El gobierno del MAS, desde su inicio el año 2006 y durante muchos años, anunció la realización de diversos “proyectos y programas”, como es el caso de “Evo cumple”. Nunca se supo en qué consistían las obras anunciadas y menos se informó sobre alguna concluida, pero sí se supo que fueron destinadas muchas partidas de dinero para la “realización” de excesiva propaganda y publicidad a ser ejecutada en diversos sitios del país.
El gobierno está empeñado en investigar a fondo las percepciones financieras del régimen masista y mucho más de las inversiones que, se dijo, fueron realizadas y seguramente la Contraloría General de la República, en concomitancia y conjunción con los respectivos ministerios, hará las investigaciones pertinentes hasta culminar con auditorías que establezcan la realidad que no puede quedar oculta indefinidamente.
Las diversas instituciones del gobierno deben contar con la documentación respectiva y es el Ministerio de Economía el que guarda los registros de dineros entregados a quienes fueron encargados de llevar adelante los proyectos anunciados. Quienes realicen las auditorías seguramente se encargarán de convocar al personal que en su momento se encargó de llevar a cabo los proyectos; debe haber planos, proyectos, planificación de todo lo programado. Igualmente, corresponde investigar todos los proyectos concretados conjuntamente Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que trabajaron en el país y que lo hicieron junto a instituciones del Estado.
Mucho, muchísimo se hizo para que el pueblo esté convencido de las “bondades” de proyectos como “Evo cumple”, pero nunca se supo a qué se referían y cuáles fueron los avances logrados. Por supuesto, si realmente se realizó alguna obra, la población que haya sido beneficiada tiene la obligación de informar sobre lo recibido y utilizado por los beneficiarios a los que se destinó esos proyectos.
Mucho se puede colegir de las mismas auditorías sobre proyectos de los que no se informó al país; se trata, posiblemente, de “arreglo de locales escolares o construcción de escuelas o lugares de esparcimiento para niños”, según lo que se puede suponer y son las auditorías las que determinarán exactamente a qué se refirió toda la publicidad y propaganda hecha en su momento.
En otras circunstancias, debería ser el mismo partido MAS el interesado en que se conozca los logros de proyectos anunciados con mucha frecuencia, pero jamás se informó sobre sus avances hasta su conclusión o a quiénes benefició. Nada referido al servicio al pueblo -como se decía del proyecto “Evo cumple”- debería permanecer oculto indefinida e irresponsablemente.
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