Daniel Cusi deja el Decano de la Prensa Nacional

Mientras vamos de camino al trabajo nos damos cuenta que hoy no será como otros, porque no estará el compañero, don Daniel Cusi, que nos daba la bienvenida con una sonrisa incomparable y con sus palabras de ánimo, cuando lo necesitábamos.

Con su chaqueta azul que llevaba el logo de este medio de comunicación y su sonrisa dibujada en el rostro, todas las mañanas Daniel abría las puertas para colaborar en la distribución de los ejemplares y dar la bienvenida a todos quienes ingresaban por las puertas del Decano de la Prensa Nacional.

Fue el primer compañero de trabajo que muchos tuvimos, siempre colaborador, desprendido, de entrega total a esta empresa, que siempre dijo era su segundo hogar. Fue testigo de diferentes historias que se fueron tejiendo en el tiempo, ya que estuvo colaborando con las tres últimas generaciones de los Carrasco, propietarios que fundaron este medio de comunicación en abril de 1904.

Encontrar a un compañero de trabajo con el que tener una complicidad tan buena es difícil, pero Daniel fue eso y mucho más para las personas que llegaron a esta empresa, porque es una persona que hizo del lugar de trabajo también su vida y su círculo, y eso fue vital, porque contagió ese estado de ánimo para poner más ganas al trabajo.

El trato que recibimos de Daniel siempre fue cordial, dando vida y alegría. La fugaz sensación de que los problemas de estrés en el trabajo desaparecían (aunque sigan ahí), pero al menos unos minutos nos transportaba en el tiempo y nos contaba algunas de las anécdotas que había pasado.

Algunos tienen la filosofía de que al trabajo no se va a hacer amigos, pero con la cantidad de horas al día que pasamos con los compañeros, es normal que dejen huella cuando se van, como don Daniel. 

Después de más de cuatro décadas de prestar sus servicios administrativos en EL DIARIO, don “Danielito”, como le decíamos muchos, decidió dejar este medio de comunicación y dedicar más tiempo a su familia.