Grave saturación de enfermos en hospitales

Hay seria preocupación en organizaciones médicas del país por la presencia de más enfermos en los hospitales públicos; últimamente, médicos de Santa Cruz han mostrado seria alarma por el hecho de no “existir más espacio para recibir enfermos en hospitales”, hecho que debería preocupar seriamente a las autoridades de salud para que, conjuntamente las instituciones médicas, sean adoptadas medidas para solucionar un problema de mucho tiempo.

El anterior régimen anunció haber “construido 49 hospitales en todo el país” y se comprobó que no fue cierto ello, salvo la reconstrucción de algunos dispensarios y ampliación de otros; pero que se haya construido hospitales está muy lejos de la verdad. Esta realidad debería impulsar al actual gobierno a no creer las afirmaciones que sostienen tal o cual obra, que está muy lejos de la verdad y encarar, con urgencia, la solución que corresponda.

Muchas veces se ha sostenido que las autoridades de salud deberían ver el caso de las dependencias destinadas en su tiempo al funcionamiento de Unasur en la localidad de Tiquipaya y habilitar, siquiera en principio, algunos espacios para utilizarlos como hospitales. Se trata de una construcción cuyas amplias dependencias permitirían la instalación de camas y dependencias médicas con presupuestos que no serían exagerados; pero, al menos de momento, es imperioso salvar parte del grave problema de saturación. El mismo remedio podría aplicarse a construcciones destinadas, por ejemplo, a campos deportivos que podrían albergar a miles de enfermos.

Planificar soluciones de emergencia no debería ser difícil y menos imposible; el gobierno, inclusive con la cooperación de entidades internacionales, podría avanzar mucho y no esperar nuevas planificaciones y la existencia de “presupuestos especiales” que, bien se sabe, tardarán mucho en plasmarse en realidad. Las situaciones de emergencia dan lugar a remedios imprevistos y rápidos; lo demás es, simplemente, dar tiempos a burocracias que más tardan en pensar que en mostrar posibles e inmediatas soluciones.

Los problemas de salud pública deben tener atención prioritaria sobre cualquier otro, especialmente si se trata de “gastos especiales debido al proceso pre-electoral” que bien pueden restringirse y esperar. Hay urgencias en el país que no admiten esperas y menos “resignación” a lo que sea.

De momento, edificaciones en Tiquipaya que están “en medio de malezas de hierba y candados” pueden ser habilitadas cómodamente, puesto que se trata de bienes que pertenecen al Estado en su totalidad, ya que no hubo aporte alguno por parte de países que podían o debían ser componentes de ese proceso de integración que nunca se hizo realidad.