Parte II
España tiene la población más envejecida del planeta con la natalidad más baja de la UE y que, en no muchos años, serán más los habitantes mayores de 65 años que los menores de 20. Es fácil imaginar el panorama del mercado laboral, de la Seguridad Social y de las pensiones. Si los inmigrantes no lo remedian con su fecundidad y progresiva integración en el sistema laboral y social, de cada cinco personas trabajarán una y media para sostener a otras casi cuatro ancianas, enfermas o en paro. El panorama es similar en toda Europa.
En Europa necesitamos unos cinco millones de inmigrantes anuales para mantener nuestra calidad de vida. La aportación de los inmigrantes es muy notable durante los primeros años de su instalación en nuestros países, pero no así en la actitud de sus hijos ya integrados en nuestras sociedades. También en este modelo de desarrollo que fomenta el despilfarro y la ansiedad, junto a una miopía monumental en cuanto al futuro, los hijos de inmigrantes también tienen familias reducidas. Para engancharse al consumismo desbocado.
Nadie debería olvidar que el nivel de vida europeo se apoya en una gran parte en las esenciales materias primas que necesita traer de los países empobrecidos del Sur. Muchas de ellas, como los productos energéticos, base de todo el andamiaje, en más de un 60%. No es preciso ser un lince para sacar conclusiones por extrapolación. En gran medida, estamos en manos de otros países, de sus recursos humanos y materiales… pero que no respetan los derechos humanos y sociales fundamentales en sus ordenamientos sobre sanidad, educación, igualdad entre hombres y mujeres, atención a ancianos y a personas dependientes.
De donde se deduce la necesidad de que los responsables políticos se sienten para organizar la incorporación de inmigrantes, temporales o permanentes, en las mejores condiciones para todos: laborales, económicas y sociales. Lo que no hagamos en justicia nos será impuesto por las mafias y, lo que es peor, por la desesperación caótica de cientos de miles de seres que ya no soportan más injusticias, explotaciones e imposiciones de producción y de desarrollo. Las ven cada día reflejadas en los medios de comunicación a los que cada vez tienen más acceso por medios electrónicos. Como las monjitas de clausura recicladas, los jóvenes telefonistas de Marruecos y Latinoamérica o los informáticos de Asia.
El autor es Prof. Emérito Universidad
Complutense de Madrid.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |