Policía reprimió a estudiantes y familiares de 43 desaparecidos

Ciudad de México.- Efectivos de la Policía del estado de Chiapas, en el sur de México, desalojó ayer con gases lacrimógenos a estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumatzá, en Tuxtla Gutiérrez, y a familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa que participaban en un corte de carretera.

Los normalistas participaban en una actividad de difusión con los padres y las madres de los estudiantes desaparecidos que acudieron a la Mactumactzá, como parte de la "Caravana en busca de los 43" concentrada en la mañana de este domingo en el centro de la capital de Chiapas, informó el periódico mexicano “El Universal”.

Equipos antidisturbios de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana desalojaron a los manifestantes "de acuerdo con el protocolo de desalojo y restableció el orden".

Los agentes acudieron a la zona para establecer una mesa de negociación con los manifestantes y escuchar sus demandas, pero éstos "agredieron a dos elementos de la Unidad 026 de la Policía Estatal y vandalizaron dicha patrulla".

"Los normalistas agredieron lanzando a los uniformados bombas Molotov, piedras y cohetones que dejaron a un elemento con una lesión en la cabeza, que fue trasladado para su atención médica", reportaron autoridades.

Entonces se desataron intensos enfrentamientos entre policías y alumnos de la escuela normal. El Centro de Derechos Humanos Kuuntik ha criticado la actuación policial por considerarlo represión del gobierno. "Hasta este momento hay 4 personas hospitalizadas,entre ellas una niña hermanita de uno del 43 desaparecidos de Ayotzinapa", indicó la organización.

Los 43 estudiantes de magisterio de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecieron la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en el vecino municipio de Iguala a su regreso de una protesta contra las autoridades locales.

La versión oficial es que fueron sorprendidos por la organización criminal Los Rojos, como parte de un ajuste de cuentas entre grupos rivales, y que los sicarios los mataron e incineraron y se deshicieron de sus restos en el basurero de Cocula.

Además, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y forenses argentinos que participaron en las pesquisas han desmontado esta teoría y han apuntado que el suceso podría estar relacionado con el tráfico de drogas en la región. Las autoridades no han investigado esta vía. (Europa Press)