El goleador nacional tuvo un gran baño de multitudes ayer, cuando arribó a Belo Horizonte donde una multitud lo estaba esperando.
Marcelo Martins fue recibido como un héroe en Belo Horizonte por la torcida del Cruzeiro que aspira a que los goles del Flecheiro les permita ganar en el torneo de Segunda División, donde hoy milita el equipo azul.
Partió desde Brasil rumbo a China en 2015 para jugar en diferentes clubes del gigante asiático sin imaginar que una epidemia lo obligaría a rescindir su contrato. Cinco años después, Marcelo Martins Moreno regresa a la tierra en la que se consagró como futbolista y al club que lo dio sus mejores armas y lo tiene como ídolo.
Una alfombra humana de matiz azul, color característico del Cruzeiro F.C, se apostó ayer en el aeropuerto Pampulha de Belo Horizonte para recibir al delantero de origen brasilero (por parte de su padre) que firmó contrato con el club por un período de tres años y en el cual ya militó en 2007 y 2014,
“Ni en los mejores sueños de mi vida imaginé esta fiesta que ustedes me están brindando. Estoy agradecido de verdad, vamos a reconstruir a Cruzeiro”, dijo Martins en medio de cánticos, banderas y gritos de apoyo que expresaron el cariño de la hinchada hacia el goleador de 32 años.
El “Matador” es el elegido por la afición del Cruzeiro para devolver a la entidad al torneo de primera división, más conocido como Brasileirao. Luego de una paupérrima campaña en 2019, el histórico club perdió la categoría y hoy trabaja para retornar lo más pronto posible. Por ello, la fanaticada desenfrenó su emoción con la llegada del boliviano al lugar donde comenzó su carrera profesional. La desvinculación con el Shijiazhuang Ever Bright de China se agilizó por el brote del coronavirus, enfermedad que provocó la suspensión de actividades en el país asiático, entre ellas, el fútbol. El futbolista había expresado su preocupación pero la institución asiática no tenía la intención de prestar al jugador a otro equipo y sin los ingresos económicos por la paralización del campeonato estuvieron de acuerdo en dejarlo ir.
Resignó alrededor de 11 millones de dólares, monto que iba a ganar en los años siguientes pero el ver miles de seguidores aclamándolo en las calles de Brasil no tiene precio. “Estoy muy feliz”, manifestó un Martins nostálgico que ahora se encuentra tranquilo en casa junto a su esposa e hija y se convierte en la nueva esperanza del conjunto mineiro.
El gran cariño del equipo de Minas Gerais, será también la inspiración del delantero nacional para convertirse en el nuevo máximo artillero extranjero del cuadro brasilero ya que con 45 goles está a seis de superar al uruguayo Giorgian de Arrascaeta, quien actualmente juega en el Flamengo de Río de Janeiro.
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