Por más esfuerzos que se dice realizan tanto las autoridades de gobierno como entidades particulares, no hay forma de que hombres cobardes y sin ningún principio dejen de cometer crímenes contra mujeres y niños. Últimamente ha aumentado de manera alarmante la cantidad de asesinatos a mujeres, que cayeron en manos de asesinos que creen que la mujer merece los peores tratos y que el machismo debe imponerse a cualquier consideración. Por su parte, también mueren niños a manos de madres desalmadas que no tienen amor por seres que ellas han concebido y ayudado a vivir. Se trata de bebés que, a poco de haber nacido, son ahogados, acuchillados o asfixiados por sus progenitores y poco se sabe del destino de esas personas que matan a sus hijos. Por otra parte, tampoco se sabe qué destino tienen aquellos padres de familia que maltratan a sus hijos hasta el extremo de infringirles graves heridas.
Mucho se habla sobre la urgencia de introducir en toda actividad educativa, desde el jardín de infantes hasta las universidades, lo que implica el respeto a los derechos humanos, lo que la vida significa para cada ser humano y la misión que tienen los que llegan a ser padres de familia.
Que se sepa, aún no se anunció un plan general que contenga en sus programas materias referidas a la vida y a los derechos humanos; lo poco que se hace en escuelas y colegios es debido a iniciativas de algunos profesores que, además, se quejan de que en los hogares a los niños no les imparten los debidos sentimientos y respetos por la vida.
Hay aspectos de la vida familiar que no son tomados en cuenta: en primer lugar el hecho de que hay padres de familia que creen que tener un hijo es un accidente que hay que sobrellevarlo; al respecto, corresponde decir: ¿Y para qué se casan o viven en pareja y tienen hijos? ¿Por qué actúan desamorados y descuidados con sus hijos? Por qué no consideran que los hijos merecen no solamente cariño sino respeto, educación, formación en valores y atención permanente. Padres de familia que se supone poseen la necesaria educación y que también se supone han recibido siquiera nociones de amor y consideración, respeto y cuidado de sus padres, ¿Cómo pueden actuar indiferentes e irresponsablemente con los niños?
Mucho se habla sobre la necesidad de sentar enérgicos precedentes con aquellos hombres que asesinan a sus parejas y a sus hijos; pero mientras no haya penas punitivas contra este tipo de malsanía, los crímenes continuarán. Por otro lado, si todos los jóvenes que vayan a contraer matrimonio o tener vida en pareja no se sienten poseídos de buenos sentimientos, amor y consideración por sus semejantes y van al matrimonio sin preparación precisa, no deberían aceptar una vida que requiere amor, consideración, respeto y atención permanente. Y es que la esposa y los hijos son los seres más queridos y sagrados que cualquier hombre pueda tener en su vida y ésta es posible preservarla en tanto y en cuanto cada hombre y mujer tengan virtudes que lleguen a ser valores para sus hijos.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |