Paraguay será “piedra en el zapato” del Acnur

El ministro de Exteriores de Paraguay, Antonio Rivas, ha amenazado ayer con ser la “piedra en el zapato” del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en relación con la huida a Finlandia de Juan Arrom, Anuncio Martí y Victor Colmán, acusados del secuestro de la mujer de un importante empresario en 2002, en un caso vinculado al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

Rivas, que ha aseverado que “el dictamen de Acnur carece de validez” por no haber tenido en cuenta la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha mantenido una reunión con su homólogo finlandés, Pekka Haavisto, y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, para abordar el caso.

Así, ha señalado que se ha hecho entrega de toda la documentación sobre la imputación de los tres sospechosos a Haavisto, según ha informado el diario ‘ABC Color’.

“Hicimos énfasis en la cuestión de que en ningún momento tuvieron en cuenta la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Le explicamos que no se trata de una situación política, sino de sospechosos de un delito común”, ha explicado el ministro.

En este sentido, ha recalcado que no se trata de una “persecución política”, algo que, en su opinión, se demuestra con el hecho de que “cuando salieron de Paraguay estaban litigando en libertad con la Justicia”. “Eso le hicimos entender al ministro de Finlandia”, ha subrayado.

La reunión con Grandi, la cual ha tildado de “incómoda”, ha servido para “esgrimir todas las argumentaciones” del Gobierno paraguayo, tal y como ha afirmado.

“Les sugerimos llevar a cabo algunos pasos que prefiero no decir al aire. Pero les manifestamos que el procedimiento de Acnur estuvo repleto de faltas. Analizaron lo de la Comisión de Derechos Humanos y no lo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, ha expresado.

EL CASO DE ARROM, MARTÍ Y COLMÁN

Arrom, Martí y Colmán fueron procesados en Paraguay por el secuestro de María Edith Bordón, mujer del magnate de la construcción Antonio Debernardi, que fue liberada tras 64 días de cautiverio y el pago de casi un millón de dólares como rescate. La Policía paraguaya determinó que el rapto estuvo orquestado por el Partido Patria Libre, cuyo brazo armado se convertiría años después en el EPP.