ECONOMÍA Y FINANZAS
La situación crítica en que está la economía, producto del despilfarro y la corrupción del gobierno del MAS, podría agravarse aún más con las amenazas que lanza el cocalero desde Buenos Aires, anunciando la movilización de sus “militares patriotas”.
Analistas sugieren que el precio del petróleo podría llegar a US$ 25 el barril lo que presenta una oportunidad económica para Bolivia. En 2004 se congeló el precio de los carburantes cuando el petróleo estaba en US$ 27 el barril. Si el precio cae por debajo de esto, la subvención desaparece y esta sería la oportunidad para flotar el precio de la gasolina ya que bajaría el precio. Políticamente la oportunidad llega en un mal momento. El oro parece ser el principal favorecido por el Covid-19. El precio aumentó en 24,5 % con respecto a la misma fecha del año pasado y subió en 8,15 % desde principios de año. El índice Dow Jones de la bolsa de Nueva York registró una caída de más de 1.200 puntos tras el anuncio de 8.400 posibles casos de infección en California. Esto se suma a temores de que Trump ha descuidado el tema y no supo reconocer el riego a tiempo para responder. En 2019, el precio del zinc cayó en 5 % y en lo que va de 2020 el precio ha caído en 11 % y no hay señales de una pronta recuperación. El Covid-19 podría dar un nuevo golpe al precio ahora que se acerca la fecha en la que se fijan los precios de referencia de las refinerías en China. La restricción de movimiento de personas en China ha frenado las operaciones de fábricas que usan metales industriales y la demanda no muestra señales de recuperación. |
La posibilidad de que el país llegue a vivir conflictos armados que enfrenten a militares que defiendan a Bolivia con los que defiendan al cocalero Morales, como él desea, sería el acabose.
El cocalero refugiado en Argentina ha decidido aumentar la presión sobre el país, quizá con el propósito de doblegar a las instituciones y leyes, para que se le permita ser candidato en mayo. Acostumbrado a violar las leyes, quizá le parezca posible lograr esta vez también imponer sus caprichos.
Una guerra interna como la que quiere el cocalero borraría toda posibilidad de que el país reciba inversiones extranjeras. Y también quitaría toda esperanza de que los inversionistas nacionales decidan usar sus recursos en el país.
Al gobierno de transición se le han hecho las tareas muy difíciles, no solamente porque debe restablecer el Estado de derecho para que se apliquen las leyes en el proceso electoral, sino también porque debe vérselas con la desastrosa herencia económica dejada por el cocalero y su exministro de Economía.
Las exportaciones de gas natural se han reducido en volumen y ahora también en el precio, como consecuencia de la crisis china, que ha hecho caer el precio del petróleo y ha afectado la demanda de otras materias primas.
El exministro Álvaro Ríos está clamando, en las redes sociales, porque se haga algo, de inmediato, para dar respiración boca a boca a los campos “maduros” mediante incentivos, a fin de salir del déficit de gas que se presenta ahora.
La sobreexplotación de los campos dispuesta por el cocalero cuando los precios estaban altos ha logrado agotar todas las reservas, que no fueron reemplazadas porque sencillamente se frenó la exploración debido a la propaganda de la susodicha “nacionalización”.
YPFB está en terapia intensiva, Comibol sin signos vitales, todas las estatales en crisis y el responsable de todo eso propone una guerra… y un candidato.
La telaraña de teleféricos de Las Paz produce una pérdida anual de 120 millones de dólares. Y hay un contrato con las empresas de Carlos Gill para trabajos de mantenimiento por 40 años que supera los 800 millones de dólares.
La guerra que propone el cocalero podría servir como una cortina de humo, de humo muy espeso, para evitar que se observe el desastre que ha dejado su gobierno en el país. Quizá ése sea el verdadero propósito de sus intenciones bélicas contra Bolivia.
Y que provoque, además, la intervención de la poderosa Transnacional del crimen organizado. El cocalero se pasó de la raya.
La empresa rusa Gazprom hizo varios anuncios, sobre todo en épocas electorales, acerca de las inversiones que se proponía hacer en el país para aumentar las reservas de gas. |
Pero se han divulgado datos precisos, según los cuales esa empresa mantiene concesiones petroleras en las que no ha invertido ni un solo centavo, salvo lo que gastó en propaganda. |
Nueva realidad Según el Programa Mundial de Alimentos, 9,3 millones de personas no pueden acceder a alimentos debido a la hiperinflación en Venezuela. La alternativa, a la que no todos pueden acceder, es el dólar que ahora se usa para el 64 % de todas las transacciones comerciales que se realizan en Venezuela. El Estado aun paga en bolívares. |
Efecto Perón Desde 1946, Argentina ha sufrido 17 recesiones para un total de 26 años de contracción económica. Logró crecer por más de 5 años consecutivos solo en dos ocasiones (entre 1964 y 1974, y entre 2003 y 2008). Los datos fueron presentados por Martín Rapetti, director de Desarrollo Económico Cippec, y profesor de la Universidad de Buenos Aires. |
Cobre y el virus La minería de cobre en Perú ha estado creciendo y el 70 % de las inversiones mineras planificadas en este país para 2020 estaban destinadas al cobre. El Civid-19 ha puesto en duda la demanda china que representa el 67,7 % de las exportaciones de cobre de Perú en 2019. El virus en China tendrá un efecto directo sobre el PIB de Perú. |
Lo bueno Es que van cayendo presos los responsables del fabuloso negociado conocido como el “Fondo Indígena”, que fue lo único de indígena que tuvo el anterior gobierno, solo de nombre. |
Lo malo Es que será imposible recuperar la fortuna robada por los socios del cocalero Morales, salvo que se capturen los dólares que están en bancos extranjeros y en paraísos fiscales. |
Lo feo El cocalero Morales amenaza con sus “militares patriotas” para enfrentar a las FFAA del país a fin de generar una guerra interna que terminaría por desangrar a Bolivia. |
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