Claure y su estadio

Un día volvió a su tierra un exitoso empresario boliviano radicado en los Estados Unidos, y le picó el bichito de hacer patria invirtiendo varios millones de dólares en el fútbol y el beneficiado fue el Club Bolívar. Su nombre Marcelo Claure.

Una vez presentado a la hinchada celeste por el entonces presidente del Club Guido Loayza, la institución se desdobló en dos campos de acción, uno dedicado exclusivamente al deportivo y el otro a la administración financiera creando la empresa BAISA actualmente de Responsabilidad Limitada donde la mayoría de las cuotas del capital social le corresponden al llegado inversor.

Es así que el señor Claure se comprometió a no escatimar recurso alguno para que su Club sea el mejor de Bolivia, y con el tiempo llegar a ganar la Copa Libertadores de América y construir un estadio para la entidad en el terreno que tiene en la zona de Tembladerani.

El primer objetivo de alguna manera, se cumplió con la contratación de jugadores extranjeros con bastante experiencia internacional, y a los mejores del fútbol profesional nacional, consiguiendo varios años el campeonato. Como segundo objetivo, convertirse en campeón de la Libertadores de América que nunca lo logró, ya que como de costumbre siempre fue eliminado en la primera ronda. Queda aún pendiente el tercer desafío: el estadio que desde su llegada al país fue el compromiso contraído con sus parciales.

Recordemos que Claure fue objeto de duras críticas, cuando de la noche a la mañana y olvidándose de su tercer objetivo, propuso la demolición del Estadio Hernando Siles para darle mayor capacidad de público, proyecto innecesario, ya que casi nunca se llenó nuestro estadio. La hinchada bolivarista empezó a reclamar la promesa de construir el estadio para su Club, en lugar de invertir en otros escenarios. Ahora que se convirtió en el Presidente, creemos que ha llegado el momento propicio para iniciar este anhelo de todos los bolivaristas, conociendo que en la actualidad ya se cuenta con los planos para albergar a 35.000.00 espectadores y que por las características del terreno sería muy similar a la Bombonera del Club Boca Juniors de la Argentina, lógicamente con estructura y tecnología de punta para orgullo de la hinchada celeste.

Nos encontramos prácticamente al inicio de la gestión de Claure, consideramos que sería su mejor legado dejar para las actuales y próximas generaciones un escenario que motive a la práctica del fútbol de los seguidores del Club, como también para la propia ciudad hábida de campos deportivos. Auguramos llenos completos por la cercanía a todas las zonas y primordialmente por sus seguidores que son fieles al equipo, quienes se convertirían en socios cotizantes para obtener ventajas y privilegios en los espectáculos a realizarse. Esperamos simplemente que el señor Claure cumpla con su palabra empeñada. Hay un proverbio que dice: Palabra dada, palabra sagrada.

Dr. Edgar Linares Mariscal,

fundador y ex asesor legal de Fabol