Tienden a cambiar, por el momento

Los tiempos actuales conllevan una nueva visión de país, que implica, obviamente, la coincidencia de esfuerzos, para promover el desarrollo, en paz, en libertad y Democracia, por una Bolivia única, unida, integrada y progresista. Ese es el objetivo mayor que se manifiesta, desde noviembre del 2919, bajo el mandato constitucional, de la presidenta Jeanine Áñez Chávez. Acá, por sí haya dudas, no hubo golpe de Estado, como insinúan sus gratuitos detractores, sino una sucesión absolutamente permitida.

Una nueva visión que admite y respalda el proceso de renovación tanto de mentalidad cuanto de actores políticos. Tenemos, a propósito, la presencia de una pléyade de líderes que emergieron, como resultado de los recientes conflictos, de tierras orientales y occidentales, con ideas e ideales que reflejan la hora del país.

La incursión de ésta, en la arena de las lides electorales, le ha inyectado una novedosa, tonificante e interesante, señal, a la actividad política boliviana, de cara al 2020-2025. Para algunos es representativa, pero para otros no. Es que nadie “es monedita de oro para caer bien a todos”.

Un discurso diferente, una actitud integradora y una acción incluyente, son los elementos que maneja ésta, como paradigma, para las generaciones que vienen. Y sus conceptos, vertidos en esta coyuntura electoral, serán objeto de análisis y debate, más adelante. Es que toda aseveración tiene una respuesta apropiada o inapropiada.

Nueva visión que pretende configurar el destino nacional, sobre sólidas bases de reconciliación, de entendimiento y convivencia pacífica, sin revanchismos, sin regionalismos ni discriminaciones, por el color de la epidermis. Kollas y cambas constituyen un solo país, Bolivia, por cuanto ellos están conminados a trabajar sin tregua, hasta lograr mayor productividad, por el bien común.

En este marco el país está inmerso en una competencia electoral, cuyo propósito es fortificar la praxis democrática. En el pasado mediato el voto del ciudadano fue manipulado por intereses partidarios. De un 20 de octubre, fraudulento electoralmente, se tratará de llegar a un tres de mayo, del presente, fecha en que se llevaran a cabo las elecciones limpias y transparentes, según afirman las autoridades del Tribunal Supremo Electoral.

Desde la gestión pasada otros gobernantes e innovadores propósitos coinciden con las inquietudes de aquella nueva visión del país. El entendimiento y tolerancia, en particular, coadyuvan, a fin de emprender rumbos promisorios.

En suma: las cosas tienden a cambiar, por el momento, ojalá más adelante no retornen las actitudes regresivas.