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Covid-19 afecta menos a niños


Mientras la cepa ha demostrado ser especialmente mortal en los ancianos, hasta el momento no ha muerto ningún niño como consecuencia del Covid-19. ¿A qué se debe esto y cómo podría ayudar a frenar el avance del virus?

Uno de los consuelos de la propagación del coronavirus es que los niños pequeños prácticamente son inmunes a su contagio, un misterio que según los virólogos, podría conducir a pistas elementales sobre cómo funciona el virus.

En China, solo el 2,4 % de los casos son niños y solo el 0,2 % de ellos se enfermaron gravemente, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hasta el momento, no ha muerto ningún niño como consecuencia del Covid-19.

Sin embargo, la cepa ha demostrado ser especialmente mortal en el otro extremo etario: los ancianos. La tasa de mortalidad en China para los mayores de 80 años se estima en un 21,9 %, según la OMS. No obstante, la tasa de mortalidad para las edades entre los 10 y 39 años es de 0,2 % aproximadamente, de acuerdo a un estudio basado en los registros de pacientes de 44.672 casos confirmados. Las muertes y los síntomas graves son casi inexistentes incluso a edades más tempranas.

Eso significa que el nuevo coronavirus se comporta de manera muy diferente a otros virus, como la influenza, que generalmente es especialmente peligrosa para los más jóvenes y los más viejos.

“Con infecciones respiratorias como esta, generalmente vemos una curva en forma de U sobre quién se ve más afectado. Los niños pequeños siempre están en un extremo de la U porque sus sistemas inmunológicos aún no están desarrollados y las personas mayores en el otro extremo, porque sus sistemas inmunológicos se debilitan”, dijo Vineet Menachery, virólogo del Centro Médico de la Universidad de Texas. “Con este virus, un lado de la U falta por completo”.

Descubrir por qué los niños no se ven tan afectados podría conducir a avances en la comprensión de cómo y por qué el virus enferma y mata a otros grupos de edad, comentó Frank Esper a The Washington Post, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Clínica de Cleveland.

Entre las preguntas que Esper y otros están explorando: ¿La gravedad de la infección está relacionada con lo que los pacientes estuvieron expuestos anteriormente? ¿Tiene que ver con cómo nuestro sistema inmunológico cambia con la edad? ¿O podría deberse al daño por contaminación en los pulmones que las personas acumulan con los años.

“Tal vez no tiene nada que ver con el virus y tiene que ver con el portador, como afecciones subyacentes en los pulmones, diabetes o hipertensión. Después de todo, pocos niños de 7 años o recién nacidos tienen hipertensión”, dijo Esper, quien estudia infecciones respiratorias virales y nuevas enfermedades. “Descubrir lo que está en juego aquí podría ser útil de muchas maneras”.

Los brotes previos de coronavirus también han salvado misteriosamente a los jóvenes. Ningún niño murió durante el brote de SARS en 2002, que mató a 774 personas. Y pocos niños desarrollaron síntomas del mortal coronavirus MERS, que ha matado a 858 individuos desde 2012.

Para saber el motivo, Menachery ha infectado ratones con SARS en su laboratorio de Texas, virus que es un primo muy cercano al nuevo coronavirus. Los animales recién nacidos en su laboratorio se sacudieron la infección, mientras que los pulmones y cuerpos de los más viejos han sido devastados por la enfermedad. (Radio Duna)

 
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