Algunos símbolos del despilfarro masista

En primer lugar, la propaganda ha sido uno de los pilares del gobierno masista, que más bien podríamos llamarlo EVISTA, porque no debe quedar duda de que el gobierno era en los niveles de decisión y en los niveles de ejecución una dictadura de un grupo reducido de “sabios iletrados” y, en muchos casos, analfabetos que leían y escribían, pero no entendían en la realidad los efectos y las consecuencias que traerían o dejarían en la calidad de vida y bienestar a los habitantes de nuestro país.

Indudablemente, estos 14 años de oscurantismo científico y político bien se los podría equiparar con lo que ocurrió en la Edad Media en Europa, que es conocido también como “medioevo”. Hasta siendo un poco permisivo y “light” podríamos considerarlos como “políticos bolivianos incapaces e irresponsables”.

No olvidemos que estos individuos reciben un país para administrarlo y para, obviamente, mejorar en lo posible todos los parámetros que actualmente tiene la sociedad mundial para calificar la calidad de vida de sus ciudadanos, en busca de asociarse al “desarrollo” de la civilización moderna. No deberíamos confundirlo con “CRECIMIENTO”, que es una acción involuntaria de nuestra naturaleza orgánica, que no indica necesariamente resultados asombrosos en nuestro desarrollo, así sean nuestros genes o ADN perfectos y hermosos.

Eso es lo que nos han vendido con el despilfarro de propaganda publicitaria masista que terminó encumbrando, en el imaginario de muchos habitantes de este país, a este grupo de “mandatarios” (que quiere decir son mandados para administrar el país) que se tuvo durante muchos y oscuros años de ignorancia y de la película de ficción del vivir bien, a los que nos sometió la dictadura de los demócratas masistas con una hipertrofiada “diarrea” informativa, tan poco veraz y tan cara.

Una vez desalojados del poder que lujuriosamente ostentaban, por “la amnesia crónica y colectiva”, que es un virus pernicioso de los bolivianos, en muy pocos meses y ciegos y sordos ante las continuas demostraciones de soberbia, ira y racismo -entre otros- que destilan sus atrofiados genes, hemos aceptado ovejunamente que participen en las próximas elecciones destinadas a REPARAR el fraude que armaron Evo, García Linera, Quintana, los Arce y muchos otros masistas, que significaron para el país y nuestra incipiente y trabajosa democracia, las manoseadas elecciones del 20-0 pasado.

Y aunque usted no lo crea, pretenden volver a gobernar y someter nuevamente a los bolivianos a la INDIGNIDAD, humillación, ignorancia y dictadura.

Este síndrome tan virulento como el coronavirus, genera un sentido de IMPUNIDAD que sin ninguna vergüenza o arrepentimiento enarbolan cínicamente estos individuos y delincuentes que se dan inmediatamente cuenta que tienen no solamente carta blanca para seguir delinquiendo sino que creen que están amparados por “derechos humanos” y bajo el manto de protestas políticas pueden asaltar, amenazar e incluso matar a quienes están contra la dictadura masista y luego exigir reparaciones de índole económica y política.

El despilfarro de más de ¿45.000? millones de dólares generados por el saqueo de las reservas de gas natural monetizados por su exportación en esta última década - millones que no han sido generados por MÉRITO masista- han dejado al país con una “crisis energética y económica” de grandes proporciones y todavía hoy, de incalculables e inimaginables efectos y consecuencias. Uno de ellos es, por ejemplo, que tenemos que seguir viviendo y necesitamos no solo divisas, dólares, etc., sino también los excedentes que genera la exportación de nuestras reservas de gas y que también son fundamentales para generar energía y el consecuente desarrollo del país (más del 65% de electricidad que generamos es quemando gas natural subvencionado).

Colateralmente, algunos programas de gobierno presentados; los nombramientos y personajes del actual Gobierno de transición y, además de algunos “opinadores”; que a sabiendas de la difícil situación económica, social y política que empezamos a vivir, NO actúan, ignoran, se olvidan u no opinan por su conveniencia, complicidad y/o comodidad, acerca de las escasas e insuficientes fuentes de INGRESO que tiene el país y que necesariamente, por algún largo tiempo más, son los HIDROCARBUROS.

Este gas y petróleo que hoy ya no los tenemos (por lo menos en el volumen suficiente) deben ser buscados, encontrados y explotados adecuadamente y, obviamente, por aquellos profesionales idóneos, eficientes y patriotas (no vasallos políticos), institucionalizados en una EMPRESA ESPECIALIZADA bajo el dominio directo y soberano del Estado boliviano (el primero, más importante y DECISORIO en esta industria, es la exploración y explotación de hidrocarburos).

Los hidrocarburos son y serán la fuente primaria de energía más importante (casi única fuente en capacidad, disponibilidad y competencia) de que dispondrá nuestro país por lo menos en los próximos 20 años. Lastimosamente, la ciencia, la tecnología y la economía insuficiente, ausente y/o atrasada que tiene actualmente nuestro país, no permite, al igual que ocurre con la mayoría de los “países en desarrollo y otros más”, aspirar (en un mediano plazo- 20 o 30 años) a un cambio radical de nuestra MATRIZ ENERGÉTICA.

Porque no afrontamos esta triste realidad, escudándonos en Bolivia y en casi todo el mundo, en la búsqueda y defensa (en papeles y buenas intenciones discursivas) de energías verdes y limpias que impiden evidentemente el deterioro del “medio ambiente”, que lo estamos destruyendo continua y concienzudamente, con una cultura consumista depredadora y mentirosa del vivir bien.

De la decepcionante cumbre climática de Madrid (COP 25) -según Gabriela Cañas, editorialista del periódico español El País- “salió un proyecto histórico y ambicioso respaldado por la Comisión Europea, que podría actuar como palanca para otros países, que comercien con la Comunidad Europea. Este proyecto necesita una inversión de ciento diez mil millones de dólares en 7 años (110.000.000.000 $us) para impulsar la gran transformación”.

Esta gran transformación obligaría: a) promover energías limpias, b) dejar de subvencionar los combustibles fósiles, c) renovar viviendas sociales, escuelas y hospitales con estándares de ahorro energético, d) obligar a las constructoras a diseñar edificios más eficientes e) poner fin a los productos de un solo uso. Que digan algo los grandes contaminadores del planeta y no queramos echar la culpa al Fracking sin saber.