Parte II
Boris Gustavo Arias Pizarro
El marco conceptual de la política era la filosofía, la preocupación ética. Para Aristóteles los griegos eran los únicos seres humanos verdaderos, pues a diferencia de los persas, egipcios, etc., eran capaces de establecer entre ellos relaciones regidas por la razón y, por lo tanto, ser libres del despotismo, la ignorancia y la superstición. Solo los griegos vivían en las polis y, por ende, solo ellos eran libres y racionales, condiciones que diferencian al ser humano de los animales.
En la actualidad, la política solo es un término interpretado por los supuestamente eruditos señores políticos, como el servirse del erario público, como el ayudarse en su economía y crecer a costa del hambre del pueblo, es un término interpretado solamente para satisfacer sus necesidades económicas a espaldas de miles de sablistas y pedigüeños, esa es la interpretación de la política de parte de esta clase gobernante.
Es una clase alta que está lejos del alcance de la mirada de nosotros, el proletariado, y al final seguimos languideciendo en los suelos húmedos y mojados de las salas de los hospitales y las calles, porque el hambre, el frio y las enfermedades azotan inmisericordemente a toda nuestra existencia, al final los políticos son la clase social alta que nos mira con desdén, por sobre el hombro, ya que ellos solo saben mentir y engañar al pobre.
Nosotros vivimos sumidos en esta somnolencia, en esta impotencia, en este letargo en el que nos tienen adormecidos con todas las falacias, sofismas que recitan a nuestros oídos.
Somos el pueblo que se deja convencer, que se deja seducir, que se deja engañar, y vivimos solo con promesas de cambio, con palabras que endulzan nuestros oídos, y al final seguimos viviendo con las mega coaliciones, con los pactos de alianza, y con los mismos actores políticos que han hecho de ésta un modo de vida. Sí, señores, viven de la política que practican para beneficio propio.
Dónde queda el verdadero significado de la política como arte, como ciencia social de servicio a las grandes colectividades, como un apostolado de transmisión de principios, valores, moral y ética a las venideras generaciones. ¿Es que acaso esta política en su significado y acepción de origen para una mejor vida en sociedad, solo es una mentira, un sueño, una utopía, una ficción que está lejos del alcance de nosotros, los seres humanos?
En realidad, estos señores “GRANDES MENTIROSOS” no son políticos, son una clase de vendedores de artilugios, mientras al pueblo solo nos quedan nuestros sueños e ilusiones de vivir bien, donde solo tenemos nuestra fuerza de trabajo y vivimos con nuestros sueños de poder alcanzar la felicidad de nuestra prole. Que al final son solo sueños….
La frase (en latín) cave canem, “cuidado con el perro”, debería ser mejor “cuidado con los mentirosos”.
El autor es abogado constitucionalista, penalista.
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