Talla moral de los políticos en Bolivia

En política todo lo que sucede está planificado, pocas cosas suceden por azar; después de los cabildos y la “revolución de las pititas”, la política en el país nos ha dado un revés a los ciudadanos, pues no hay nada más cruel e hipócrita que la situación política nacional, claro está, una cosa es escuchar al líder de cara a la “galería” y otra es la política opaca que practican, muy relacionada con los pecados capitales, principalmente la mentira; no quepa ninguna duda, todas las organizaciones políticas van buscando sus propios beneficios y que además de ello buscan cómo se perjudica al resto.

Para ganar y dominar al electorado; ellos aplican una dosis de maldad, mentira e hipocresía, es una triada maléfica que ha caracterizado casi a todos, porque permite a los partidos un gran porcentaje de influencias y de dominación de las mentes; con este juicio los líderes de los partidos políticos están en guerra permanente, no hay espacio para la bondad o tolerancia, hacen que el otro sea el malo y ellos aparecen como los buenos, al final las estrategias, como la astucia y la desinformación, utilizan para hacer caer al opositor.

En esta lucha política abierta, la pugna tiene que ver mucho con los pecados capitales: la lujuria, la pereza, la ira, la envidia, porque el “político” lo hace por esas ambiciones humanas, por esas ansias de poder, de controlar, de influir, de dirigir los destinos del prójimo, de tomar decisiones en nombre de los demás, de manipularnos, eso siempre ha existido, pero jamás como hoy con esta clase política; sus programas de gobierno buscan dominar las mentes de los electores solo para ganar elecciones.

Hoy nuestra sociedad debe evitar que los partidos políticos nos sumerjan en un fanatismo extremo que nos lleve a dar solo por bueno lo que ellos dicen y a despreciar, infravalorar y hasta odiar al que piensa o siente distinto, pero hay algo por ahora que podría modificar sustancialmente esta mala práctica, incluso con las elecciones a favor de la sociedad: “el mundo virtual” que nos rodea, la tecnología es el arma más importante que tiene la sociedad civil para defenderse, para evitar caer en las garras de algunos lobos políticos, dando un salto cualitativo a esa manipulación, a esa mala astucia, a esa maldad que existe en ellos, que en lugar de campaña electoral emplean una mediática guerra psicológica.

Si no estamos satisfechos, tengamos el valor de reclamarles, si estamos molestos con sus hipocresías y mentiras hagámosles responsables, dejemos de halagarlos si no lo merecen; procuremos mayor dignidad y recuperemos todos aquellos valores que Evo Morales intentó arrebatarnos. Evitemos convertirnos en una “sociedad mariachi”, sometidos a unos pocos, manejados como títeres, bailando al son de la música que le tocan, debemos reflexionar para cuando toque actuar, juntos pondremos las cosas en su lugar, siempre que sea necesario.

Frente a todo ello la pregunta es ¿cuál es la persona a quien se podría entregar toda nuestra confianza?, es al pueblo, porque es la persona más cuerda en este país, porque ha dado, una vez más, lecciones al mundo aniquilando al enemigo interno contra todo pronóstico; ha dado lecciones de cómo se debe reaccionar si un dictador no quiere salir; aquí somos tolerantes, abiertos, hospitalarios, aceptamos la diversidad, somos un gran ejemplo. Los líderes políticos vinieron al mundo para intentar mejorarlo, nosotros haremos nuestra parte, todos tenemos que hacer que la Patria sea grande y mejor. Hagan sonreír de felicidad a la gente por todo lo que estén haciendo, en retribución a lo que hicimos por ustedes.

El autor es abogado, Cnl. (Res),

profesor universitario.