Despreciables actitudes en medio del problema

Es frecuente decir “en río revuelto ganancia de pescadores”, pero en este caso es más apropiado expresar “en río revuelto ganan las aves de rapiña y los ladrones”. Eso es precisamente lo que tuvimos que ver y vivir, paceños y no paceños, en estos días en relación con la compra y abastecimiento de elementos imprescindibles para la prevención y protección contra el coronavirus.

Es que realmente indigna lo sucedido y muchas personas coincidirán conmigo, pues solo mentes desquiciadas y ambiciosas por el dinero no midieron las consecuencias de sus actos. Como aves rapaces que aparecen en los caminos cuando se producen accidentes, fueron vaciados supermercados, farmacias e importadoras, dejando desprovista a la ciudadanía paceña, iniciando así un carnaval de precios y especulaciones sin nombre.

Barbijos buscaban más las personas, de Bs. 14 que costaba la caja de 50 unidades en una importadora, en las calles, avenidas, en La Tablada y donde podían apostarse los vendedores, llegaron a ofrecerlos en Bs. 50; 100 y hasta 150. Y como haciendo un favor vendían por unidad en 3; 5 y hasta 10 Bs. Por la manipulación inadecuada en aceras y calzadas sucias, manejando monedas en las peores condiciones higiénicas, podrían ocasionar la expansión del virus. Barbijos de tela eran una opción, pero al lavarlos manipulamos los virus y bacterias que quedan en ellos.

Serán criminales para dejar a la gente sin protección en medio de semejante peligro y crisis de salud, podían haber ocasionado una contaminación masiva. ¿No pensaron en ello? ¿Primero eran sus bolsillos? Es terrible y perjudicaron también a los profesionales en salud, como algunos odontólogos o médicos que no pudieron atender sus consultas. Y farmacias hicieron su agosto en marzo, vendiendo a Bs 150 la caja, y la gente tuvo que pagar, lo que es un atentado contra la salud pública. Gracias a los especuladores, faltaron también guantes, alcohol gel y el mismo alcohol. En otro carnaval de estafas, la botella de alcohol gel de 5 litros, de Bs. 60 subió a Bs. 100; 150 y hasta 200.

Qué pena por la actitud tibia de quienes debieron poner orden y permitieron estos abusos; ni se sintió a la policía. A lo mejor un decreto del gobierno que regule precios, prohíba la especulación de estos elementos, es urgente, así como ver opciones para importar barbijos y guantes. Las Universidades junto a su pueblo comenzaron a fabricar alcohol en gel. Estamos en plena lucha, no podemos retroceder, qué oportunos fueron los consejos del Dr. Luis Larrea, presidente del Colegio Médico de Bolivia, quien sugirió cerrar las fronteras y pedir certificado de buena salud para ingresar al país. Debimos hacerlo.

Grandes esfuerzos hacen el Gobierno, alcaldías y prefecturas, la misma ciudadanía para luchar contra el Coronavirus, aunque los especuladores, sin medir consecuencias, nos arriesgan a todos, pues continúan ocultando y con su carnaval de precios. Estamos a tiempo de controlar todo, y para seguir en la lucha contra este terrible virus, necesitamos alcohol en gel, guantes y principalmente barbijos, y seguir orando y pidiendo a Dios, que continúe protegiendo a los bolivianos.

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