Hemos sido testigos de los esfuerzos en China en la lucha contra el Covid-19 y cómo sus estrictas medidas están dando resultados. Otro país con muchos casos de Covid-19 es Corea del Sur que nos da un ejemplo llamativo en la lucha contra el virus. El país asiático en su momento alcanzó una tasa de mortalidad del 0,77%, bastante inferior a la de otros países como España, Italia e incluso China.
La tecnología puede tener alguna de estas respuestas. Los principales usos tienen que ver con los teléfonos celular y las apps. Una de ellas es Corona 100m. Mediante el empleo de datos públicos del gobierno, los usuarios pueden ver lo cerca que se encuentran de un lugar donde ha estado alguien que ha sido confirmado como positivo de Covid-19. La app también muestra la fecha en que se confirmó la enfermedad de un paciente, los datos demográficos del paciente y parte de su historial de localización. La aplicación además alerta si se acerca a menos de 100 m de un lugar visitado por alguien que haya dado positivo en el test del Covid-19.
En un país en el que el uso del celular es masivo cualquier app que sea útil puede ser una herramienta imprescindible. Ante la saturación de las líneas telefónicas de atención a los pacientes en Corea del Sur lo han solucionado con una aplicación que permite a los usuarios consultar con los médicos sobre sus síntomas. De esta forma se evita que la gente sature centros médicos y hospitales y puede obtener consejos e información de casi 120 médicos en apenas 30 minutos.
Evidentemente, sólo con apps, móviles y tecnologías no se puede reducir el número de contagios. El Gobierno de Corea del Sur también ha impuesto estrictas cuarentenas, muchas de ellas en su domicilio para no saturar los hospitales. Para estos pacientes, el Ministerio del Interior y Seguridad ha desarrollado una aplicación que permite a aquellas personas a las que se les ha ordenado no salir de su casa, tener contacto con los trabajadores sociales e informar sobre su progreso. Además utiliza el GPS para rastrear su ubicación con lo que se aseguran de que no están rompiendo la cuarentena domiciliaria.
Otra, también desarrollada por el Gobierno surcoreano, está dirigida a aquellas personas que se encuentran en autocuarentena. El objetivo es tener controlados a todos aquellos que han tenido un contacto con alguna persona que ha sido confirmada como positiva y así evitar a los denominados como superpropagadores. Mediante el empleo de técnicas de geolocalización y posicionamemiento, los centros médicos reciben la orden de imponer la autocuarentena a todos aquellos que hayan tenido un contacto de al menos dos metros con una persona infectada. El sistema informa al centro de salud que a su vez se pone en contacto con la persona para que no abandonen bajo ningún concepto su casa y se les instruye a mantener una estricta separación de otras personas, incluyendo a los miembros de la familia.