El fútbol mundial en general se encuentra en pausa por el coronavirus y el balompié nacional no es la excepción. Los clubes, al igual que los conflictos nacionales de octubre y noviembre del año pasado, bajarían su rendimiento en el caso de reiniciar el torneo Apertura.
En 2019, el país vivió momentos tensos a nivel social político antes y después de la renuncia del
ex presidente Evo Morales. Estos conflictos pararon el torneo por un mes, donde varios clubes se vieron sumamente perjudicados.
Antes de parar el torneo Clausura de ese entonces, Wilstermann comandaba la tabla con 36 unidades, seguido de Bolívar (33) y The Strongest (29). El parón del certamen obligó a los equipos a darse modos para entrenar, pero esto no evitó que baje su rendimiento en el reinicio del certamen.
Los jugadores experimentaron cansancio y sufrieron lesiones ante los partidos seguidos y maratónicos que disputaron. El certamen se encontraba disputado hasta la fecha 17, por lo que obligó a jugar el
resto del torneo hasta las fechas navideñas.
Wilstermann aprovechó su condición de líder y se proclamó campeón, The Strongest subió al segundo lugar y Bolívar resignó el tercer puesto en el podio. Todos estos equipos consiguieron entrenar pese a las dificultades.
Sin embargo, los clubes que pagaron caro y bajaron su rendimiento fueron los elencos de Santa Cruz, que no pudieron trasladarse para entrenar. El golpe fue duro, ya que equipos como Sport Boys y Destroyers vieron el descenso.
Pasaron apenas unas semanas y el torneo Apertura comenzó, nuevamente con partidos entresemana, esta vez debido al apretado calendario por la Eliminatorias y la Copa América. El brote del coronavirus dio paso a suspensiones de todos los torneos a nivel mundial.
Nuevamente el torneo boliviano queda parado. Always Ready y The Strongest comparten la punta 21 unidades y la Federación Boliviana de Fútbol, los clubes y el gremio de jugadores tienen un serio dilema en mantener en pie el torneo, tomando en cuenta las pérdidas económicas.
De reiniciar el torneo, y adecuar las fechas del mismo, darían paso a un inevitable bajón en el rendimiento de los equipos, ya que sus jugadores hacen todo lo posible para entrenar desde sus casas ante la cuarentena.
El fútbol nacional volverá a experimentar esta situación luego de cuatro meses, pero en este caso será mucho más duro, tomando en cuenta el tema económico de los clubes y el salto de entrenamientos en casa a la alta exigencia de las canchas para los futbolistas.