GIANNI INFANTINO:
Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, asegura que la única manera de salvar al fútbol de los efectos “irreversibles” de una crisis que amenaza con sumirlo en una recesión sin precedentes es acortando los calendarios de las competiciones. El coronavirus ha obrado un cambio de tendencia. De repente, el máximo exponente del mayor organismo del fútbol mundial, responsable durante las últimas décadas de mover una rueda que infló el negocio a base de agregar equipos, clubes y torneos al calendario, pide dar marcha atrás. Invoca para ello el deber de los clubes y las confederaciones más poderosas de ser “solidarios” con la parte más vulnerable de la industria.
“Solo nosotros, la FIFA, hacemos solidaridad mundial”, declara Infantino en una entrevista que publica este lunes La Gazzetta dello Sport. “El Mundial de Clubes y la Copa del Mundo son la única fuente de ingresos para la mayoría de las federaciones. Sin estos torneos, en cientos de países no existirían campeonatos, ni canteras, ni fútbol femenino, ni campos. Retrasar el Mundial de Clubes provoca una pérdida de cientos de millones a la FIFA y a todas las federaciones”.
Infantino dice que ha cedido en beneficio de todos. Lo ha hecho, explica, retrasando su proyecto más preciado, el nuevo Mundial de Clubes de la FIFA, que inicialmente estaba previsto que se disputara en China en el verano 2021. La retirada de la FIFA ha permitido a la UEFA llevar la Eurocopa de 2020 al casillero de 2021, donde debía jugarse la competición de los clubes, que preveía agrupar al menos a 50 equipos de todos los continentes. Ahora Infantino exige una contraprestación. Y avisa que el único modo es acortando los calendarios. Ahí apunta a las ligas europeas. Tanto a las competiciones nacionales como a la Liga Europa o la Champions.
“Hablaremos con confederaciones, federaciones, ligas, clubes, jugadores”, dice el mandatario. “Seguro que todos están dispuestos a dar un paso atrás como lo hemos dado nosotros”.
“El fútbol”, advierte, “se arriesga a entrar en recesión. Hay que hacer una valoración del impacto económico global de la crisis. Ahora es difícil. No sabemos cuándo regresaremos a la normalidad. Pero miremos las oportunidades que se nos ofrecen. Quizás podamos reformar el fútbol mundial dando un paso atrás. Con formatos distintos. Menos torneos pero más interesantes. Tal vez con menos equipos, pero más equilibrados. Menos partidos para proteger la salud de los jugadores, pero más competidos. No es ciencia ficción. Hablemos. Cuantifiquemos los daños, veamos cómo cubrirlos, hagamos sacrificios y recomencemos. No de cero, que somos unos privilegiados. Pero salvemos todos juntos al fútbol de una crisis que amenaza con ser irreversible”.
El presidente de la FIFA asegura que la crisis debe ser el punto de partida de una nueva era en el mundo del fútbol. Más limpia. Menos fraudulenta. Más regulada. “Este año tendremos una legislación clara sobre los flujos monetarios de los traspasos”, dice. “Acorde con lo que pide la Unión Europea, el mundo político y económico, y los aficionados. El fútbol no puede ser un Lejano Oeste donde no existen las reglas. El reglamento sobre los agentes es solo parte de una reforma más amplia del sistema de traspasos. Cada verano circulan vía paraísos fiscales cerca de s 7.000 millones de euros de traspasos internacionales. Cada vez que la policía o las haciendas públicas investigan encuentran algo raro”.