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Con ocho casos confirmados, a pesar de tener un clima propicio para el contagio, Oruro logró “congelar” por más de una semana la cifra de contagiados. Pero, ¿cuál fue la clave para llegar a esto?
Un conjunto de medidas y, sobre todo, su cumplimiento. La suspensión de clases, desinfecciones constantes, instalación de lavamanos móviles, restricción de tránsito en las calles y la estricta obediencia a los horarios de circulación, muestran a Oruro como un ejemplo a seguir.
Yercin Mamani, doctor en salud pública, docente e investigador en temas de epidemiología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Faculta de Medicina de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), señaló que el uso de desinfectantes, desde lavandina hasta amoniaco cuaternario, sirven para evitar que el virus se propague.
“No conozco muy bien el método que usaron, sé que han hecho la desinfección de las calles, mercados, de posibles zonas por donde pudo caminar esta paciente que tenían como caso índice. Las recomendaciones internacionales nos dicen todo lugar donde estuvo este paciente se tiene que desinfectar”, dijo.
Además, el proceso de desinfección es necesario debido al clima que tiene Oruro, lugar donde el virus tiene las condiciones para un contagio mayor entre la población.
“Una situación muy particular es que en una semana se elevó el número de casos y eso ha sido porque los contactos que ha tenido esa persona han sido positivos, pero posterior a ello ya no, entonces cuando hacemos un análisis es que en Oruro del total de contactos, el 57 por ciento han dado positivos”, explicó.
Debido al alto índice de contagio que se mostró por los casos en Oruro, se instó a adoptar medidas radicales en pocos días, por lo que se muestra el éxito del trabajo que se realizó en ese sentido.
El epidemiólogo advirtió que la cuarentena debe ser cumplida como mandan las autoridades puesto que algunas regiones, donde existe humedad y frío, son aptos para una transmisión más fácil entre las personas.
MEDIDAS RADICALES GRADUALES
El pasado 11 de marzo se confirmó el primer caso de coronavirus en el país, luego de confirmar que una mujer (65) era portadora del virus se activaron los protocolos de seguridad sanitaria. Oruro pidió calma, aisló de manera inmediata a las personas que tuvieron contacto con la paciente cero y comenzó una ardua labor que frenó el contagio.
Tres días después de conocer acerca de la primera persona infectada, las autoridades departamentales adoptaron la medida de una cuarentena departamental, la que en primera instancia estaba fijada del 16 al 31 de marzo.
“Si no tienen que salir de sus casas, no lo hagan, es para cuidar su salud”, señaló el alcalde de Oruro, Saúl Aguilar. El 13 de marzo se confinaron siete casos más en el departamento que resultaron ser contagiadas por la primera paciente.
Las medidas determinaban un horario laboral de 08:00 a 14:00, la atención de mercados solo en tres jornadas (martes, miércoles y viernes de 06:00 a 10:00), transporte público en los mismos días, la suspensión de viajes interdepartamentales y el recojo de basura en los días establecidos.
La cuarentena inició el pasado lunes y la evaluación que dejó fue altamente positiva. Se cumplieron los horarios establecidos, la población orureña después de las 15:00 no salió de sus viviendas. A esta medida se añadió que los fines de semana nadie podía salir de sus casas.
La Policía Boliviana realizó campañas de concienciación en diferentes puntos de la ciudad, mientras aún se hacían controles a las personas que eran sospechosas de coronavirus.
El 20 de marzo, ante el incremento de casos en el país, el Gobierno central determinó una cuarentena total desde el domingo 22 de marzo y por el lapso de 14 días.
La organización continuó en Oruro, se determinó entregar autorizaciones para los productores de alimentos que necesitaran ingresar a la ciudad para garantizar el abastecimiento. Se acordó con el gobernador, Zenón Pizarro, que se hagan los controles respectivos con el objetivo de evitar el agio y la especulación en el precio de los productos de la canasta básica.
Por otra parte, luego de la medida de cuarentena nacional, el recojo de basura se organizó por zonas, promoviendo así un mayor orden y que la población evite salir de sus viviendas todos los días.
Como medida de prevención adicional, la alcaldía de Oruro instaló lavamanos móviles en los mercados de la ciudad. Según el diario La Patria, los lavamanos portátiles cuentan con un tanque de 450 litros, jabón líquido y toallas de papel para la higiene de las personas que acudan a los mercados a hacer sus compras. Al lado del lavamanos también se instaló un pequeño basurero para los desechos.
Mientras tanto, la desinfección de mercados, colegios y espacios públicos de la ciudad comenzó en los primeros días de la cuarentena y se extendió hasta ahora.
El procedimiento se realizó con los funcionarios del municipio y cada uno portaba un traje de bioseguridad para llevar adelante la desinfección.
Las medidas adoptadas por Oruro permitieron que se destaque la labor que se cumple en ese departamento que hoy cumple ocho días sin un caso positivo de coronavirus, lo que frenó el contagio a nivel comunitario.
(Los Tiempos digital)
