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Covid-19 en Santa Cruz

Cuerpo de tercera víctima de pasó 12 horas en la morgue



El cuerpo de la tercera víctima confirmada de coronavirus en Santa Cruz de la Sierra estuvo por 12 horas tendida en la sala de Trauma-shock del Hospital de la Pampa de la Isla sin que nadie se atreviera a preparar su cadáver para ser enterrado, aseguro una nota publicada por El Deber en su versión digital.

Cando los restos fueron trasladados a la morgue judicial que funciona en el mismo nosocomio, los funcionarios fueron retirados, arguyendo que el lugar estaba contaminado con el Covid-19. La orden llegó desde la Fiscalía Departamental.

Fuentes del hospital de la Pampa de la Isla explicaron que la paciente, de 65 años, falleció el sábado a las 14:20. Los funcionarios lamentan que fuera derivada desde la Caja Nacional de Salud sin la coordinación adecuada. Antes de llegar, ya había pasado por dos hospitales.

Según supieron por conversaciones con sus familiares, la mujer fue conducida, primero, al hospital Hernández Vera. Tenía antecedentes de insuficiencia renal. Allí la sometieron a análisis y le tomaron placas, además identificaron que tenía tos seca y dificultades para respirar. Como no había nefrólogo de turno, no la pudieron atender, por lo que fue trasladada a la Caja Nacional de Salud, de donde la derivaron a la Pampa de la Isla, que es el hospital de emergencia para coronavirus.

Llegó en shock. Los médicos, que ya tenían todo el equipamiento de seguridad para enfrentarse a pacientes con coronavirus, trataron de reanimarla durante 20 minutos antes de declararla muerta. En su certificado de defunción anotaron problemas pulmonares, neumonía e insuficiencia renal.

Ahí comenzó el segundo drama de la fallecida: nadie quería acercarse a ella para prepararla para ser enterrada. Según el protocolo para sepultar a las víctimas de esta enfermedad, el personal debe preparar el cadáver en doble bolsa sellada para evitar la contaminación y se lo debe sacar en cajón cerrado para ser sepultado en tierra.

Sin embargo, la víctima estuvo 12 horas en la sala de reanimación del hospital mientras se discutía quién debería hacerse cargo del procedimiento. Los personeros de la morgue judicial, que funcionaba hasta el domingo en el mismo nosocomio, se negaban a hacerlo, por lo que tuvo que practicarlo un enfermero, ataviado con el mameluco blanco de seguridad, aconsejado para estos casos.

Los funcionarios del hospital de la Pampa de la Isla piden a los otros nosocomios que avisen cuando trasladen a un paciente de estas características, porque si bien el personal médico tiene ahora todas las medidas de seguridad, los administrativos solo cuentan con gorros, barbijos comunes y batas desechables.

de otra enfermedad ni se pueden practicar autopsias”, dijo el galeno.

(El Deber digital)

 
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