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Cochabamba
Organizaciones requieren respaldo del Gobierno para alimentar a los animales y gestionar permisos de circulación para veterinarios y cuidadores
Todos los centros de custodia de vida silvestre de Cohabamba, que son en total 26, se encuentran en emergencia, ya que con las medidas de restricción por la cuarentena quedaron sin ingresos para sostener económicamente a los más de 4 mil ejemplares, víctimas de tráfico ilegal.
El diario cochabambino Los Tiempos publicó que las organizaciones piden atención del Gobierno y que los colaboren en el marco de sus funciones como autoridades nacionales para poder alimentar y gestionar los permisos de circulación para los veterinarios y cuidadores. Ya que muchos de los centros se encuentran fuera de la ciudad y deben ir hasta las ciudades para proveerse de alimentos.
Entre los problemas por los que atraviesan se encuentra: la falta de permisos de circulación para que los proveedores de alimentos, falta de permisos de compra para las personas encargadas, falta de permisos para el personal que trabaja en los cuidados diarios, falta de recursos para la compra de alimentos y pago de sueldos al personal.
“Apelamos a la sensibilidad de la señora Ministra, para que pueda interceder sus buenos oficios al Ministerio de Gobierno, y se pueda proceder a colaborar a los CCFS en una solución”, señala la misiva enviada al Gobierno, a la que tuvo referencia el diario de referencia.
“Necesitamos toda la ayuda que el Gobierno pueda brindarnos para salvar a estos más de 4.000 animales y así continuar dándoles el compromiso solidario apoyo que necesitan en estos momentos”, indica.
Los centros de custodia reciben a los animales rescatados de operativos de lucha contra el tráfico ilegal. Desde hace años, Bolivia es parte de una red de tráfico ilegal de vida silvestre, muchos de los animales son secuestrados y maltratados. Otros son víctimas de la crueldad de las personas en las zonas que van perdiendo su hábitat natural por la expansión de la actividad humana, indica la nota de Los Tiempos.
En muchos casos, los animales, por las secuelas del maltrato, no pueden volver a su hábitat y para sobrevivir necesitan ayuda.
