Disturbios en frontera
El Movimiento al Socialismo continúa en plena campaña de desprestigio propiciando un boicot en contra de las medidas asumidas por el Estado evitar la propagación del mortal Coronavirus jugando con la salud de la población boliviana con afanes políticos, según el director de Migración, Marcel Rivas
Migración identificó a 33 militantes masistas entre los connacionales que solicitan ingresar a territorio boliviano en la localidad fronteriza de Pisiga. Estos individuos están relacionados directamente en los disturbios que intentaron atentar contra el campamento instalado la semana pasada para otro grupo de bolivianos varados en frontera.
Según declaraciones del director del Servicio de Migración, Marcel Rivas, a radio Fides, este grupo de personas tenían como finalidad provocar disturbios en el campamento “Tata Santiago”, donde desde el día sábado 480 connacionales se encuentra cumpliendo una cuarentena cerrada de 14 días antes de que puedan regresar a sus lugares de origen.
“Los delincuentes quieren destruir el trabajo de los orureños, generando violencia para que los bolivianos rompan la cuarentena para que así la enfermedad aumente y haya más muertos, eso es lo que quieren estos ciudadanos masistas, por supuesto no lo vamos a permitir” señalaba Rivas.
Añadió que estas 33 personas infiltradas dentro del contingente de otros ciudadanos que verdaderamente necesitan ingresar a territorio nacional, están plenamente identificadas con nombre, apellido, lugar de residencia y militancia, también se tiene conocimiento de que sostienen comunicación con algunos de los que ya están en el campamento instalado el fin de semana para coordinar actos delictivos. Adelantó que se espera la aprehensión de estos individuos en cuanto se produzca su ingreso a territorio nacional.
Sobre este aspecto, el Comité Cívico pro intereses del Departamento de Oruro, mediante un pronunciamiento manifestó que no se permitirá que el esfuerzo del pueblo orureño sea echado por la borda mediante actitudes políticas propiciadas por el Movimiento al Socialismo (MAS) en referencia a los hechos ocurridos en la frontera con la republica de Chile la mañana del martes pasado.
En el manifiesto advierten que la crisis sanitaria por el Covid-19 ha estado siendo politizada por sectores masistas en los últimos días. Intentando romper la cuarentena que está costando un gran sacrificio a los orureños con el único fin de crear inestabilidad política a favor del MAS. Por este motivo se declaran en estado de emergencia, exigiendo a las autoridades que se haga cumplir con las medidas de seguridad, caso contrario se verán en la obligación de convocar a las instituciones orureñas para que mediante estas, se hagan respetar los protocolos de salud que deben ser acatados “de manera obligatoria y sin discusión alguna”.
Instan a las autoridades a que los militantes del MAS que están intentando generar caos en la población sean remitidos lo antes posible ante instancias judiciales para que se investigue los motivos de su proceder y se castigue a los incitadores.
Sobre este tema el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, en un encuentro con medios de comunicación, denunció que detrás de estos movimientos se encuentra el ex presidente Evo Morales mediante el pago de Bs 300 a los violentos infiltrados que intentaron boicotear el campamento y la cuarentena instalada en la frontera.
“Efectivamente tenemos identificados a 35 activistas mezclados en esa marcha y también hemos podido, por nuestros sistemas de inteligencia, ver que se está pagando 300 bolivianos a cada persona para que hagan esto. Buscan desestabilizar el Estado”, refirió, anunciando que estas personas serán procesadas en la justicia próximamente.
Añadió que están tratando de aprovechar la emergencia por el Coronavirus para crear caos y confusión pues no pudieron llevar adelante las amenazas del ex ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana en noviembre de 2019, cuando ordenó que Bolivia “se convierta en un campo de batalla, un Vietnam”.
Ante estas evidencias y testimonios queda evidenciado que el Movimiento al Socialismo continúa en plena campaña de desprestigio propiciando un boicot en contra de las medidas asumidas por el estado para combatir la propagación del mortal Coronavirus jugando con la salud de la población boliviana con afanes políticos.