Mar Souto Romero
La palabra ‘Inteligencia’ se puede definir como la «Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones, y formarse una idea determinada de la realidad». Por lo tanto, una máquina o sistema que posea inteligencia artificial debe ser capaz de realizar de alguna manera todas esas tareas cognitivas.
La IA no es algo nuevo, pero sí es verdad que gracias a la explosión de la nueva era digital, la madurez del software, la incursión de las tecnologías de la información en las fábricas, el BigData, Cloud Computing, la interconexión de los sistemas, y la transformación de lo analógico a lo digital, facilita que la IA adquiera, sin lugar a duda, un papel protagonista en las próximas décadas.
Las tecnologías de la información y la comunicación hacen que cada vez más las actividades económicas y empresariales se basen más en el conocimiento. Los robots que son también TIC están representando una enorme revolución. Se espera que su impacto sea mayor que el que la máquina de vapor representó en la revolución industrial. Estamos ya en la cuarta revolución industrial.
Los primeros trabajos que están siendo ya sustituidos por la robótica son los trabajos manuales y repetitivos. Pero la revolución no se quedará aquí. La inteligencia artificial permitirá realizar trabajos más complejos y que requieran de capacidad intelectual. Las máquinas serán capaces de “pensar”, lo que hará que muchas profesiones cualificadas del sector servicios queden también automatizadas. Ya hay empresas globales con millones de usuarios que son gestionadas por muy pocas personas: google, WhatsApp, etc.
Aunque serán creados nuevos empleos en el sector tecnológico para el desarrollo y mantenimiento de todas estas tecnologías, el saldo neto seguirá siendo negativo. Se creará muchos menos empleos de los que se destruirá por la robótica. Por ejemplo, en la Unión Europea se espera que sean necesarias 900.000 personas para satisfacer la demanda de puestos en el área tecnológica.
El nivel de estudios necesario para desarrollar un trabajo será determinante para saber si un puesto de trabajo será automatizado en el futuro o no. Según un informe de la OCDE, las personas con estudios superiores serán más difíciles de reemplazar por robots.
Los profesionales con un grado, máster o un doctorado tendrán una probabilidad muy baja de ser reemplazados por un robot; mientras que los trabajadores con niveles educativos de escuela primaria o secundaria tendrán un 40% o 50% de probabilidades de ser sustituidos por un robot.
¿Pero y el papel de la mujer ante esta coyuntura cuál será?...
La autora pertenece al consejo editorial de Ibercampus.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |