Ser valientes en tiempos de COVID 19

Ser valiente es reconocer, es aprender a respetar a los demás, evitar invadir los espacios del otro, ser consciente del valor de la vida en cada ser humano y actuar en consecuencia, es darnos cuenta que podemos transitar por momentos muy difíciles en cualquier instante, tanto a nivel personal y como sociedad misma y que la valentía no quiere decir que no sintamos miedo, tristeza, incertidumbre, frustración e inseguridad. Ser valientes es no exponerse a situaciones peligrosas o al daño innecesario, a vicios o salir en cuarentena, etc. Significa enfrentar cada situación con dignidad, control y valentía, ante situaciones dolorosas aprender a aceptar la enfermedad o la partida de un ser querido, porque con resiliencia es la única manera de salir adelante ante cualquier adversidad.

El problema en nuestra sociedad son las necesidades a veces superfluas, creemos que necesitamos diversiones, entretenimientos banales, todo el tiempo adrenalina recorriendo nuestro organismo, necesitamos ser amados para no sentir el abandono, seguridad y comodidad, cuando la vida es cambiante y nada es estático, todo se mueve y los planes que hiciste se pueden desbaratar en un segundo. Te pregunto ¿qué tenías en mente realizar antes que aparezca el COVID 19? Seguramente ya tenías planificadas las vacaciones, el cambio de domicilio, casarte, tener un nuevo hijo, graduarte, etc.

Hoy más que nunca no te abandones a ti mismo, el hecho de estar solo no es malo, es tiempo de conocer nuestras debilidades y fortalezas, cambiar rutinas.

Quienes se refugian en las adicciones suelen ser individuos que huyen del miedo y el sufrimiento, pretendiendo olvidar la realidad que están viviendo o han vivido.

La forma de resolver cada sentimiento y situación es comprender que nosotros elegimos qué y cómo sentirnos en cada momento, somos los únicos responsables de nuestros sentimientos. Hay muchas situaciones en la vida que no elegimos, como esta pandemia, pero ahora nos toca decidir cómo enfrentarla y qué cambios generará en nuestras conductas, costumbres, hábitos y afectos.

Somos nosotros los que podemos controlar nuestros pensamientos, los mejores antídotos contra el miedo y la incertidumbre serán siempre la alegría, la valoración del otro, la dicha plena en los actos más sencillos, sentirse acompañado mediante llamadas, mensajes de texto, con los amigos y familiares, el decir constantemente te amo, gracias, lo siento, perdóname, perdónate a ti mismo, perdona a los demás o a la vida misma.

Valora el bien de la salud y a todos esos servidores de batas blancas, únete en el mensaje más importante para la humanidad “Salir del egoísmo, pensar en el prójimo, en la naturaleza y ser valiente ante cualquier situación”.

La autora es Psicóloga Clínica.

Email: marielabaldiviesolema@gmail.com