La pulseta también se da por ese lado
Con San José hay que caminar con cuidado, con esa percepción se toma la negociación entre los dirigentes y la agremiación de futbolistas, que inquietan a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) porque puede desatar consecuencias impensables.
La pandemia del Covid-19 corre por todo el territorio, deteniendo a su paso la mayoría de las actividades, entre ellas el fútbol, y la disputa salió del campo de juego para dar la palabra a los dirigentes en otra pulseada con la agremiación para dar una solución al pago de los sueldos de marzo, abril y mayo, pero detrás está otro problema que ha sido pateado hacia delante por los directorios que han pasado por la presidencia del club santo.
"San José es un problema que viene desde hace dos años, hay que preguntarse quién emitió la licencia para que pueda jugar la Libertadores, quién reconoció a un directorio que no existe. El premio por la Libertadores se dispuso para otro cosas, alguien tiene que hacerse cargo y honrar las deudas", mencionó David Paniagua, secretario Ejecutivo de la agremiación.
Los dirigentes tratan de convencer a Paniagua y a los capitanes de los clubes de aceptar el pago del 50 por ciento del sueldo de marzo y el 25 por ciento de abril y mayo; sin embargo, pocos son los argumentos que tienen cuando sale al cruce el caso de San José.
"En el escenario que se establezcan esos montos, si es que se llegará a eso, llegaríamos a avanzar con 13 clubes y qué pasaría con San José. Queremos que se los nivele como a los otros equipos. Sin importar quién se haga cargo, se debe encontrar una solución", dijo Paniagua.
Algo similar ocurrió el año pasado con Sport Boys, elenco que quedó a la deriva sin presidente ni directorio. El Toro recibió ayuda económica que fue distribuido entre los jugadores, quienes pudieron marcharse con algo de dinero y continuar su carrera en otros clubes.
Una respuesta era iniciar una demanda colectiva, el equipo desistió de tomar este paso porque no hay a quien reclamar. Esta salida puede provocar la desaparición del club y los jugadores ya no podrían cobrar la deuda.
Los futbolistas recuerdan que el presidente Huáscar Antezana pagó los 15 días de trabajo de enero; aunque todavía debe un 20 por ciento a nueve jugadores. El sueldo de febrero está pendiente y el de marzo está por cumplirse en estos días.
A mitad de semana, por sugerencia el presidente de los santos envió una carta a la Federación en la cual se compromete a entregar a los jugadores el dinero que llegue como ayuda por el Covid-19 y hará llegar las planillas a requerimiento de la FBF.
"El tema de San José es preocupante y de mucho cuidado. No hay nadie que pueda venir a poner tanto dinero para resolver este asunto. En su momento pudimos hablar con el Alcalde, el Gobernador, el Comité Cívico, y sólo hay promesas, más no pueden hacer, ahora menos por la pandemia", indicó Robert Blanco, vicepresidente de la FBF.
El dirigente federativo admitió que el caso de San José puede frenar cualquier negociación relacionada a los sueldos, ya que los capitanes de los clubes están del lado de sus compañeros de la "V" azulada. Las deudas económicas vienen desde la gestión de Wilson Martínez, quien en noviembre fue desconocido en una asamblea de socios. En pocos días, pasaron por el cargo, Marcelo Flores, Carlos García, con una intervención del inversor José María Cuéllar, hasta que el club quedó en manos de Antezana.