El Informe Mundial sobre Crisis Alimentaria, señala que, en 2019, 183 millones de personas fueron clasificadas en condiciones de "estrés", en la antesala del hambre aguda y en riesgo de caer en una situación de "crisis" o peor si se enfrentan a una conmoción o a un factor estresante, como sucede con la pandemia de Covid-19.
Una alianza internacional de organismos de la ONU, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que trabajan para abordar las causas profundas del hambre extrema han publicado este martes una nueva edición de su informe mundial sobre la crisis alimentaria.
El informe indica que, a finales de 2019, 135 millones de personas de 55 países y territorios sufrían de inseguridad alimentaria aguda. Además, en los 55 países con crisis alimentaria a los que se refiere el informe, 75 millones de niños sufrían de retraso en el crecimiento y 17 millones padecieron emaciación en 2019.
Se trata del nivel más alto de inseguridad alimentaria aguda* y malnutrición documentado por la Red desde la primera edición del informe en 2017, señala una nota de prensa de las organizaciones internacionales.
Más de la mitad (73 millones) de los 135 millones de personas a las que se refiere el informe viven en África; 43 millones en Oriente Medio y Asia; 18,5 millones en América Latina y el Caribe.
Los principales factores que impulsaron las tendencias analizadas en el informe fueron: los conflictos (el factor clave que empujó a 77 millones de personas a la inseguridad alimentaria aguda), los fenómenos meteorológicos extremos (34 millones de personas) y las turbulencias económicas (24 millones).