En este tiempo de cuarentena seguro que tuviste que soportar los desagradables cristales empañados al usar barbijo.
Cuando llevamos mascarillas los cristales de las gafas o lentes de aumento se empañan debido al aire caliente de nuestro propio aliento, que se libera habitualmente por la parte superior de la mascarillao barbijo topándose en su camino hacia el exterior con los cristales, con una temperatura más fría, que terminan empañados de forma recurrente.
Lo más seguro es que el barbijo o mascarilla nos acompañará en nuestra vuelta progresiva a la normalidad, por lo que son muchos los que seguramente se pregunten se existe algún truco para evitar que los cristales se empañen cuando usamos el barbijo. Afortunadamente sí, y más de uno.
Los consejos pueden variar dependiendo del tipo de mascarilla utilizada, para las de tipo quirúrgico, similares a las que actualmente encontramos en las farmacias, el Departamento de Policía de Tokio recomienda doblar la parte superior de la mascarilla hacia dentro, de esta formas se evita que el aliento cálido choque con los cristales.
El problema de este truco para que no se empañen las gafas es que hace que la superficie protectora se reduzca, algo no demasiado conveniente.
Otro método eficaz es introducir un pañuelo de papel doblado en el interior de la mascarilla, a modo de capa adicional. El tejido absorberá la humedad reduciendo las posibilidades de empañar los cristales. Este truco puede utilizarse casi con cualquier tipo de mascarilla.
Si el método del papel te resulta molesto, o simplemente no tienes uno a mano, los médicos y sanitarios recurren a una técnica utilizada por los actores de teatro que por circunstancias del guion se ven obligados a utilizar máscaras encima de las gafas durante largos periodos de tiempo y que consiste en lavar previamente los cristales con agua y jabón, eliminar el exceso, y dejar secar al aire. ¿Por qué no se empañan los cristales cuando llevamos mascarilla con este truco?
En este caso el agua jabonosa crea una pequeña película sobre los cristales, lo que reduce la tensión superficial favoreciendo la formación de pequeñas gotas en lugar de la capa brumosa que cubre los cristales en su totalidad cuando se empañan. No es perfecto, pero permite una mejor visión durante un periodo mayor de tiempo.