Mandiles blancos y uniformes verdes, son los colores que enfrentan día a día y en primera línea al enemigo invisible del coronavirus. Mujeres y hombres que dejaron atrás a sus familias con algo de temor, pero ante todo mucho coraje, ofrendan sus vidas para proteger a todos los bolivianos.
A más de un mes del inicio de la cuarentena total que existe en Bolivia, se reporta al momento cerca de 900 casos positivos de coronavirus y más de 40 fallecidos, entre ellos dos enfermeras y dos policías, uno por confirmar, que perdieron la vida a causa del coronavirus (Covid-19).
La primera enfermera, Fanny Durán de 36 años, falleció el pasado 8 de abril en el municipio de Montero, donde la pandemia provocó el mayor índice de contagios esa semana. La trabajadora en salud se encontraba embarazada de 25 semanas y aunque desde el Servicio Departamental de Salud (SEDES) de la Gobernación cruceña se niega que ella haya tenido contacto con pacientes infectados, se conoce que su pareja, un enfermero trabajaba en un centro de salud público esas semanas. Las colegas de Durán denunciaron la carencia total de insumos de bioseguridad en todo el sistema de salud departamental.
El 16 de abril se reportó el deceso de otra enfermera en el municipio de Roboré, la cual dejó tres hijas de diez, siete y cuatro años en la orfandad. Antes de su muerte, la auxiliar Disneyda Vare de 43 años, pidió que indemnicen a los menores ya que ella era el único sustento de esa familia, a la vez denunció que existía negligencia en su atención.
“Por favor, me siento mal. Hagan indemnizar a mis hijas, ellas no tienen padre. Ayúdenme para que indemnicen a mis hijas, me estoy muriendo. Acá me están atendiendo muy lento”, se escucha en un último mensaje de voz que se difundió en redes y medios luego de su muerte.
Tras el deceso de estas dos mujeres que se encontraban en primera línea ante el coronavirus, las autoridades municipales, departamentales y del Gobierno decidieron encapsular los municipios cruceños donde se tienen registrados la mayor cantidad de casos de coronavirus con 489 infectados en toda Santa Cruz, seguida de La Paz con 159 y Cochabamba con 71.
Diferentes representantes de los Colegios Médicos del país, denunciaron que no existen las condiciones suficientes para poder afrontar al coronavirus, además que el personal en salud se encuentra totalmente desprotegido ante esta emergencia sanitaria.
"Somos más de 200 trabajadores que estamos arriesgando a nuestras familias y a la población, porque si nosotros no tenemos medidas de bioseguridad, somos lamentablemente un foco de infección", manifestó la enfermera Carla Poma, representante del personal del Hospital del Norte en la ciudad de El Alto.
Desde el Gobierno central se recordó que es competencia de los SEDES y de los Gobiernos Municipales la dotación de equipamiento e insumos de bioseguridad para hospitales y centros de salud.
Si bien llegó ayuda internacional con barbijos, insumos y medicamentos, entre otros, a lo que se suma la iniciativa de emprendedores bolivianos que también realizaron cubre bocas, equipos de respiración, trajes de bioseguridad o cámaras de desinfección, estos aún no son suficientes para afrontar este mal en el país.
Un camarada del Sargento Filomeno Choquehuanca le dedicó una caricatura póstuma / RRSS
"LOS POLICÍAS TAMBIÉN SOMOS SERES HUMANOS"
Otro de los sectores que se encuentran en primera línea frente al coronavirus Covid-19 es la Policía Nacional, entidad en la que, según información del comandante del verde olivo, general Rodolfo Montero, se registra 16 efectivos que dieron positivo a la enfermedad, 13 en Santa Cruz, 2 en La Paz y 1 en Pando. Estos efectivos se encuentran recibiendo atención médica.
Como en el caso médico, la muerte también golpeó a la institución policial. El 22 de abril se dio a conocer la muerte de un sargento de la Policía, quién se encontraba destinado en la Chiquitanía, precisamente en la región Cuatro Cañadas, del departamento Santa Cruz.
El general Montero lamentó el fallecimiento de uno de sus camaradas, quien deja tres hijos en la orfandad.
"Quiero expresar mi más profundo pésame a nombre de todos los miembros de la institución policial, a la familia de nuestro camarada sargento segundo, Filomeno Choquehuanca Vargas; que su familia se sienta fortalecida y segura", señaló la autoridad policial.
A la vez Montero pidió reflexionar a la población sobre su accionar ante la pandemia, pues gente irresponsable continúa realizando sus actividades en las calles y en medio de aglomeraciones que son focos naturales de contagio y donde incluso se ha llegado a agredir a los policías que cumplen la labor de control en la cuarentena.
"Nosotros también somos seres humanos, ahí está la prueba, la pérdida de una vida humana, de un camarada", acotó el jefe policial.
Este sábado se conoció un posible segundo fallecimiento por Covid-19 en las filas policiales, con un sargento de 25 que tras cumplir sus tareas en Santa Cruz presentó síntomas como dolor de cabeza, fiebre y dificultad para respirar. Luego de ser atendido en un centro médico, el policía cuya identidad aún no fue divulgada, volvió a su domicilio y se desvaneció en la ducha, siendo trasladado al Hospital Francés donde llegó sin signos vitales.
Además de los efectivos 16 policiales reportados como casos confirmados, se tiene registrados a ocho militares que dieron positivo al Covid-19, jóvenes que tienen en promedio de 18 años para adelante que prestan su servicio militar patrullando las calles y realizando tareas de apoyo contra la pandemia. Estos conscriptos soportan las inclemencias del tiempo y reciben algún gesto de solidaridad de la población quienes les ofrecen algo de comer en “ollas solidarias”.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, lamentó estos sucesos y señaló que se continuará con las medidas y trabajos necesarios para poder controlar la expansión del coronavirus en el país.
“Policías y militares son los que más riesgo están corriendo, porque están en contacto directo con la población. Nosotros, los servidores públicos, estamos exponiendo y arriesgando nuestras vidas para que ustedes, que están en sus casas y están obedeciendo esta normativa, estén seguros”, afirmó la autoridad en declaraciones públicas.
RESPONSABILIDADES
El país ya reporta 46 muertes en todo el territorio nacional a causa del Covid-19 y los guerreros de mandiles blancos y uniformes verdes deben combatir también en primera línea a la indiferencia de alguna gente que va contra la cuarentena e infringe toda norma de bioseguridad realizando partidos de fútbol o bailes como pasó en Patacamaya.
El pasado 16 de marzo se realizó una fiesta patronal por cuatro días en el municipio de Patacamaya en el altiplano de La Paz, dónde asistieron grupos musicales nacionales e internacionales. Casiano Chambi, fotógrafo de 71 años, fue contagiado de coronavirus en ese evento y falleció una semana después, dejando a su familia en aislamiento y a la población encapsulada con ocho casos sospechosos.
A consecuencia de esos contagios comunales, el portero del Hospital Municipal Boliviano Español fue diagnosticado como positivo de Covid-19, donde cuatro médicos y enfermeras también presentaron síntomas, aunque los últimos informes señalan una recuperación favorable.
Del caso o paciente cero, el alcalde de Patacamaya, Tiburcio Choque, fue enviado con detención preventiva al penal de San Pedro y los pasantes fueron sentenciados a tres años de prisión por delitos contra la salud pública, pues realizaron su fiesta pese a la vigencia de los Decretos Supremos 4199 y 4200.
Enfermeras de Santa Cruz, Beni y El Alto, entre otros departamentos, ya emitieron videos en las redes sociales denunciando la carencia de implementos de bioseguridad para realizar su trabajo. Por su parte, las esposas de policías denuncian maltratos contra los suboficiales y sargentos, que tampoco cuentan con insumos ni un seguro de vida acorde al riesgo que conlleva enfrentar de frente a esta pandemia.
Mientras pasan los días y en pleno ascenso de la curva de casos que hasta el sábado era de 866 positivos, unos 70 de ellos médicos, policías y militares, estos guerreros en primera línea siguen en su labor diaria para proteger a la ciudadanía sin saber si volverán a ver a sus familias. (VisorBolivia)