Por pandemia
Industria de la comida y hotelería aglutina al 9,8% de los trabajadores en ciudades del país, quiénes se encuentran paralizados debido a las medidas de cuarentena.
A nivel mundial, el rubro de la gastronomía y hotelería es uno de los más golpeados por las medidas de cuarentena declaradas en respuesta a la epidemia de coronavirus. Millones de trabajadores que dependen de estos negocios están quedando sin empleo y los dueños se enfrentan a la posibilidad de cierre permanente ante la imposibilidad de generar ingresos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, los servicios de comida y hotelería brindan el 9,8% de los trabajos del área urbana, es decir que 349 mil bolivianos dependen de la estabilidad del sector.
En Bolivia, emprendedores del sector se encuentran preocupados y declaran haber reducido sus ventas hasta en un 100% a partir de las restricciones. La organización de restaurantes de Estados Unidos declaró que en el último mes alrededor de 3 millones de empleados del sector perdieron su fuente laboral, en España se estima la perdida de 320 mil empleos hasta la tercera semana de marzo.
“Estamos muy afectados por la crisis actual, no hemos podido realizar una sola venta desde la declaración de la cuarentena y todos los productos que teníamos previsto utilizar se desperdician por lo que tendremos que reinvertir en insumos cuando podamos abrir nuestras puertas nuevamente”, declaró Mirko Mendieta, emprendedor detrás del negocio Entre Tacos.
Los restaurantes y bares conforman una red de trabajos amplia, cuentan con cocineros, meseros, personal de limpieza, administrativos y además movilizan la venta de productos agrícolas, cárnicos, harinas y otros insumos para la preparación de alimentos.
Entre octubre 2018 y octubre 2019, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, las ventas de restaurantes crecieron en 2%, es decir, que hasta octubre de 2018 los restaurantes habían logrado una facturación de 561 millones de dólares y el año pasado hasta el mes de octubre, se había llegado a 571 millones de dólares.
Con la crisis política que vivió el país a fines del año pasado, el sector también fue afectado, a lo que se suma la caída casi total de este rubro en todas las ciudades del país a partir de la emergencia sanitaria decretada por el Covid-19.
“Nuestro negocio está dentro de un patio de comidas y es probable que no reabran sus puertas hasta fin de año, debido a la cantidad de gente que concentran, así que estamos considerando trasladarnos una vez que concluya la cuarentena”, afirmó Valeria Poppe del restaurante El Huarike de Chuquisaca.
Ante esta emergencia, aquellos restaurantes que cuentan con la posibilidad de realizar envíos a domicilio vuelcan su mirada a esta opción, mientras que otros apelan a la solidaridad de la población y ofrecen la venta de cupones que podrán ser canjeados una vez que se abran las puertas de los negocios nuevamente, tal es el caso de la app Click Pay que, además, otorga cervezas Huari de cortesía en retribución de este acto solidario.
TRANSFORMACIÓN
DE LA INDUSTRIA
De acuerdo con el portal Food Retail, el sector gastronómico tendrá que modificar sus practicas para garantizar la bioseguridad en sus procesos de preparación y deberá prepararse para una clientela menos social y con mayor orientación hacia las compras en línea.
“Sabemos que tendremos que modificar nuestras prácticas para dar aún más medidas de salubridad de las que ya entregábamos previamente y eso implicará invertir en insumos y capacitación”, añadió Mendieta.
Como se recordará el Gobierno levanto las restricciones para las operaciones de los restaurantes, pero no su apertura, así que dieron la opción a que puedan trabajar mediante deliry, comida para llevar.
En Santa Cruz ya implementaron la medida, y se espera que en otras ciudades del país también se pueda aplicar la sugerencia.