Flexibilizar la cuarentena

La cuarentena ha sido una medida necesaria para alentar a la población en cuanto a evitar los efectos de la pandemia del virus chino sobre la salud de la ciudadanía. Medida de la misma naturaleza fue adoptada por tres cuartas partes del conjunto de naciones para evitar la propagación del mal.

Sin embargo, si bien la cuarentena mundial tuvo efectos positivos en sus primeras semanas de aplicación, a la larga los efectos no fueron tan optimistas como los que se esperaba y el virus se ha ido expandiendo con mayor velocidad sin respetar fronteras, clases sociales ni nacionalidades. Es más, en algunos casos, la medicina resultó peor que la enfermedad, debido a que afectó a la economía en forma catastrófica, inclusive en países desarrollados.

La cuarentena aplicada en Bolivia ha seguido, más o menos, el mismo ritmo y suerte y el virus se ha ido expandiendo, inclusive en distritos donde no se había presentado. Su propagación reveló que, si bien la cuarentena tuvo efectos positivos, finalmente la enfermedad está sobrepasando todas las expectativas y el control por vía de que todos los pobladores permanezcan encerrados en sus habitaciones.

Pero lo destacable no es la pandemia en sí, ya dominada en alguna proporción, sino el efecto económico que está produciendo en el pueblo y la vida misma de la nacionalidad. En efecto, la parálisis de la economía resulta peor que la epidemia, como revelan los números. Así, cada día Bolivia ha dejado de producir millones de dólares desde la aparición del Covid-19.

Es increíble la reducción del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y no solo constituye un problema para la población, sino para la existencia de la nacionalidad. Ese aspecto se confirma al constatar que en sesenta días de detención de la economía se ha producido una pérdida total aproximada de 60 mil millones de dólares, que será imposible recuperar. De ahí que al daño que ha producido la cuarentena se suma el daño económico, sin contar muchos otros aspectos.

A tal situación se debe agregar que la cuarentena ilimitada está determinando efectos políticos de consideración, efectos que la oposición anarco-populista está aprovechando, como prueban diversos fenómenos sociales que estallan en algunos lugares y que están impulsados por las consignas que llegan desde Buenos Aires y de los que el gobierno está enterado, aunque sin que les ponga coto.

Es, pues, imprescindible que el gobierno tome cartas sobre el asunto de la cuarentena, tomando en cuenta los puntos indicados, además de otros que podríamos enumerar en una larga lista. Pero también debe proceder en ese sentido, en defensa de la nacionalidad y en aras de su propia existencia.