Consiguió récord de altura
El vuelo del avión sobre el Illimani (6.463 m) que logró un récord de altura para Sudamérica cumple esta jornada un centenario, la hazaña fue registrada por el piloto estadounidense Donald Hudson con el triplano Curtiss-Kirkham 18T-2 “Wasp”, que se elevó casi nueve mil metros y demostró que “la aviación en Bolivia era posible”.
“Después de cuatro sobrevuelos exitosos en La Paz, incluyendo del 17 de abril de 1920 que se convirtió en el primero oficialmente hecho en Bolivia, el 18 de mayo del mismo año, sin previo aviso, el teniente coronel Donald Hudson voló sobre el imponente Illimani”, dijo Roberto Subauste, autor del dosier digital “Curtiss 18T serie: Pioneros de la aviación Boliviana (1920-1924)”.
Explicó que para demostrar las capacidades del avión (adquirido de Estados Unidos en 1919), siguiendo un programa establecido de sobrevuelos como una demostración de superioridad de la adquisición hecha por el gobierno de José Gutiérrez Guerra, y para no mermar el entusiasmo de que Bolivia tendría su Escuela Militar de Aviación, el Curtiss-Kirkham 18T-2, “alcanzó casi los nueve mil metros de altitud, sobrepasando en más de dos kilómetros la cumbre más alta de la montaña”.
La publicación digital de una serie de cinco volúmenes de Subauste, ingeniero aeronáutico e investigador, que diseñó y construyó un avión con 170 caballos de fuerza (el tercero hecho en Bolivia), fue presentada al conmemorarse los 100 años del primer vuelo oficial de Bolivia, la edición reúne la investigación de diversos textos, periódicos de la época y sitios web para el seguimiento de la historia del Curtiss “Wasp”, desde su origen en Estados Unidos hasta su final en Bolivia.
Con más de 70 páginas que incluyen fotografías, gráficas y planos de aeronaves, el autor hace un análisis del accidente que le sucedió al avión y que dio fin a las aspiraciones del país de crear su primera Escuela Militar de Aviación, hecho que no sucedió hasta 1923.
Subauste considera que la historia del único triplano en Sudamérica, está ligada a la turbulenta situación política de la época en Bolivia que, “empañó el éxito y la continuidad del proyecto que aspiraba conseguir un cuerpo de aviación que fundara las bases de una fuerza militar capaz de defender el territorio nacional, pero la situación política de la época no fue favorable”.
“Se pretendía demostrar que el país contaba con la capacidad tecnológica para alcanzar récords como el de mayor altura en Sudamérica, que fue publicidad para la nación y que estuvo destinada a incrementar las colectas patrióticas del momento para futuras adquisiciones, se creía que no existiría un lugar al que las Fuerzas Armadas no pudieran llegar, pensando en la herida aún latente por la pérdida del mar”, dijo el investigador.
Informó que el piloto Hudson (as del vuelo norteamericano de la Primera Guerra Mundial) llegó a Bolivia en septiembre de 1919, fue contratado como futuro director de la Escuela Militar de Aviación y en diciembre llegaron los dos técnicos, su camarada de guerra Robert O. Albaugh y un motorista que trabajaba en la empresa Curtiss, William Birren, junto con el avión.
El Curtiss-Kirkham 18T-2 con una gran velocidad y con los mayores avances de la época en cuanto a su motor y aerodinámica, conocido como “Wasp” que es el modelo de la aeronave y que significa avispa o avispón en inglés, por el zumbido que hacía cuando se aproximaba a su aterrizaje, llegó por barco en cajones y fue armado en la primera pista en Viacha, que fue trasladada posteriormente a El Alto.
“Las publicaciones son un emprendimiento personal con la finalidad de preservar y transmitir la historia de la aviación en Bolivia, que es tan rica y poco comentada, a pesar de la gran influencia que tuvo en la historia de nuestro país”, enfatizó el experto.
Las personas que deseen adquirir una copia en versión e-book del dosier digital “Curtiss 18T serie: Pioneros de la aviación Boliviana (1920-1924)” pueden comunicarse al WhatsApp del teléfono celular: 70693714 del ingeniero aeronáutico Roberto Subauste. (ECV)