Luces y sombras de la cuarentena

La declaración oficial de cuarentena para impedir la propagación de la pandemia del virus chino ha sido una medida necesaria que estaba por encima de cualquier medida local. Tanto es así que dicha determinación fue adoptada por gobiernos de todo el mundo, en particular en países europeos, de Norteamérica e inclusive de Asia y África. Hasta el momento ha abarcado a unos dos mil millones de habitantes del planeta y, por lo menos, a 150 naciones de las 200 que figuran en la lista de Naciones Unidas.

La cuarentena ya está en aplicación desde hace dos meses y requiere una evaluación para establecer sus luces y sus sombras, de tal forma que los gobiernos que la aplicaron --en particular el boliviano-- enfrenten la realidad y dicten las medidas correspondientes.

Principalmente, las cuarentenas han tenido como objetivo central atender aspectos sociales y económicos. Según se observa, la atención a la cuestión social ha tenido relativo éxito, ya que cuando se pensaba que la cuarentena iba a frenar la propagación del Covid-19, resultó que no fue así, pues el ominoso virus se siguió extendiendo y dando muerte a alrededor de 800 mil personas e infectando a una mayor cantidad de individuos. Por otro lado, pese a la aplicación de recursos médicos, campañas preventivas, etc., el mal sobrepasó todas las fronteras.

Sin embargo, el fracaso de la lucha contra el Covid-19 no ha sido total. Ha tenido resultados positivos que han permitido poner a salvo a la mayoría de las poblaciones afectadas, más aún observando comparativamente el problema con pandemias ocurridas en otros tiempos, como por ejemplo la llamada gripe española, que hacia el año 1920 causó a nivel mundial nada menos que 50 millones de muertes y específicamente entre 40 y 50 mil en Bolivia.

En ese sentido, no se puede descalificar los resultados de la cuarentena que se practica en la actualidad. Sin embargo, la actual cuarentena aplicada en forma masiva y con drasticidad ha tenido efectos negativos y, en forma general, ha causado una situación catastrófica a nivel planetario, pues ha paralizado la economía a nivel mundial, ha creado desempleo, caída de la producción en todo sentido, etc. En una palabra, ha hecho caer el Producto Interno Bruto (PIB) en alto porcentaje, dato que afectará la salud de millones de trabajadores.

Una evaluación de la cuarentena en nuestro país tiene características similares. El dato concreto en Bolivia es que el PIB de este año se ha derrumbado, pues el país ha dejado de disponer de alrededor de 34 mil millones, debido a la paralización de la producción. En forma concreta, el total de la producción en Bolivia ha caído en porcentaje del 70 a 80 por ciento, con tendencia a crecer y proyectar grandes dificultades. Se recuerda que el PIB de Bolivia es de cerca de 100 millones de dólares al día, cantidad que si se multiplica por sesenta días de cuarentena total podía pasar de los 60 mil millones de dólares, lo cual traerá consigo grandes nuevos problemas. De ahí que el gobierno no solo debe tomar en cuenta la pandemia, también tiene que considerar los resultados que acarrea y que, además, no solo son económicos sino también políticos.