Muchas auditorías

La defensora del pueblo ha sugerido que la Contraloría realice una auditoría sobre la compra de los 170 respiradores con precio inflado que hizo el actual gobierno, lo que lleva a que todos recuerden que existe una Contraloría General de la República, que había permanecido en el silencio desde 2006.

Si la Contraloría tuviera que retomar sus funciones, quizá en una ceremonia especial, con discursos de homenaje y todo lo demás, tendría una tarea atrasada muy grande, con casos de compras irregulares no por decenas de millones de dólares, sino de centenas de millones e incluso de miles de millones, todo a cargo del gobierno del cocalero Morales.

PETRÓLEO ORO ZINC Un total de 339 plataformas de perforación de petróleo y gas natural de Estados Unidos estaban en funcionamiento el 12 de mayo. Según Baker Hughes, esto representa una disminución de 56 % desde el 17 de marzo y la reducción mensual más grande desde 1987, cuando empezaron los registros. La Administradora de Información Energética de los Estados Unidos los cierres de operaciones afecta especialmente a los yacimientos más grandes. El precio del oro no se ha disparado como algunos analistas esperaban con el colapso económico que trae la pandemia. Los inversionistas más atrevidos están buscando sectores de crecimiento para comprar empresas y acciones. Para lograr estas compras están poniendo a la venta oro. Esto y las reducciones en producción de algunas de las minas más grandes, como resultado de las nuevas políticas de seguridad industrial en respuesta al Covid-19. La sostenida reducción de precios en el mercado interno chino del zinc ha atraído más compras de las plantas de acero galvanizado. Según empresarios de la región de Jiangxi al sudeste de China, las empresas que fabrican acero galvanizado están empezando a ver una recuperación en la demanda de sus productos. El mercado aún no ha resuelto la duda sobre el futuro de la producción industrial que rige el mercado de metales de China y el mundo.

A mediados del año pasado, el periodista Rafael Archondo demostró, con cifras y documentos, que el gobierno del cocalero Morales pagó por los teleféricos austriacos un sobreprecio de 250 millones. Nadie prestó atención a semejante denuncia que consistía en comparar el precio que el gobierno de México está pagando por kilómetro de teleférico de la capital de ese país con el precio que se pagó en La Paz.

Hace diez añnos, el masista Santos Ramírez denunció que la planta separadora de Río Grande, que él había cotizado en 60 millones de dólares cuando era presidente de YPFB, la empresa terminó pagando cerca de 200 millones. Allí, la Contraloría tendría que haber intervenido, hacer una auditoría, presentar el caso ante la justicia, y todo lo demás, pero eso nunca ocurrió.

Lo mismo pasó con la planta separadora de Yacuiba, que terminó costando 700 millones de dólares cuando debía haber costado menos de la mitad, sobre todo si todos sabían que no habría de tener la materia prima para operar.

Y está la madre de todos los negociados, la planta de Bulo Bulo, que debía haber sido instada en otro lugar, pero fue puesta allí por exigencia de los cocaleros del Chapare y de su jefe, el cocalero Morales, contrariando los intereses del país. Mil millones de dólares fueron gastados en esa travesura del cocalero, un monto suficiente para dotar al país de todos los hospitales que ahora hacen falta para enfrentar al virus chino.

En suma, según calcula el ministro José Luis Parada, el gobierno del cocalero gastó 310.000 millones de dólares en sus casi catorce años de gestión, un monto del que tendría que dar cuenta, con detalle, ante alguna institución como la Contraloría.

Cuando sea reabierta la Contraloría quizá haya que dotarle de equipos especiales, de gente preparada, porque el trabajo que tendrá será muy denso. Lo de los respiradores tendría que ser puesto en una escala de importancia, porque el monto es muy pequeño frente a los casos de la corrupción del cocalero Morales.

Es que los 170 respiradores serán cambiados por la empresa que los vendió con un descarado sobreprecio y los responsables de la compra están ante la justicia.	Es que algunos medios y periodistas acaban de descubrir sus prejuicios contra la corrupción, que los habían tenido muy bien escondidos desde 2006.