Elecciones victoriosas

La cuarentena dinámica con sus categorías de riesgo: alta, media y moderada, dispuesta como consecuencia del COVID-19 mediante el Decreto Supremo 4.229 de 30 de abril de 2020, relacionada con la realidad que vive nuestra Patria, donde algunos políticos quieren elecciones y otros no, hace vislumbrar el panorama electoral siguiente:

Entendido el voto político, como la expresión secreta de una preferencia ante los candidatos o candidatas, y teniendo presente que el poder es la facultad que el elector tiene para mandar o ejecutar algo; no hay duda de que el poder está en el voto de los electores. Cuyo voto debe ser responsable, es decir considerando la credibilidad, incredibilidad, antecedentes buenos y malos de los postulantes a presidente, vice-presidente, senadores y diputados, evitando el voto en blanco, nulo y cruzado; y ha de ser patriótico pensando en el interés y bienestar de nuestra Patria, dejando de lado el interés personal, partidario o de grupo, por lo mismo el voto es personal y secreto. Como se ve, la victoria de los candidatos y candidatas y el futuro de nuestra querida Bolivia dependen del voto.

Porque con el voto se otorgará a las nuevas autoridades elegidas el poder para gobernar, mandar y ejecutar las diferentes políticas sociales, educativas, económicas, culturales, administrativas, nacionales e internacionales con legalidad y legitimidad indiscutible.

La realidad muestra que la mayoría del pueblo apoya la cuarentena pese al cierre de las fronteras, restricciones de la libertad y trabajo; lo cual resultaría ser favorable para ganar las futuras elecciones actualmente en controversia, si a ello añadimos el cuidado de la salud para evitar la muerte, el uso de la ivermectina, la dotación paulatina de laboratorios y equipos de bio-seguridad para el tratamiento y curación del COVID-19, que hasta presente han dado como resultado un bajo porcentaje de personas fallecidas (Q.E.P.D.) y un alto porcentaje de personas recuperadas; son realidades que indudablemente podrían favorecer al gobierno actual para captar el voto de los electores en el momento del voto.

Situación que obliga a flexibilizar la cuarentena pensando en una cuarentena voluntaria, reformular lo hasta aquí hecho aunque la cuarentena habría evitado un contagio mayoritario, elaborar un plan estratégico con nuevas normas sociales, y realizar una campaña científica con alto contenido educativo destinado a aprender a convivir con el COVID-19 que afecta a Bolivia y el mundo, para cambiar y mejorar nuestra manera de vivir, por el bien personal, familiar y de la humanidad en general.

Realidad que hace ver que los políticos actuales al parecer tienen mejores oportunidades de conquistar adeptos, simpatizantes y captar el voto de los electores, incluso de los indecisos, en plena vigencia de la pandemia –aunque no sería realmente pandemia- por el porcentaje de víctimas.

El nuevo plan científico estratégico, programa de gobierno o propuesta política deberá ser elaborado, dejando de lado si el virus es natural o fue creado, y apartándose de los poderes ocultos del nuevo orden para dominar el mundo, y podría proponer:

Mantener el salario de los trabajadores... y aumentarlo progresivamente de acuerdo con el PIB.

La creación de nuevas fuentes de trabajo y empleo en todo el territorio nacional, principalmente en los lugares más necesitados para que el pueblo tenga futuro y felicidad.

Promover e incentivar la agricultura, para industrializar todo lo que se produce, garantizar la soberanía alimentaria, fomentar la exportación buscando mercados.

Realizar campañas y recomendaciones para una alimentación adecuada destinada a fortalecer el sistema inmunológico y reservas corporales para combatir al COVID-19; evitando la comida chatarra, bebidas con gas y alcohólicas por el daño que hacen.

Cambiar los intereses materiales por lo espiritual, leyendo la Biblia -hoy más de nunca-, porque para practicar la "solidaridad", es necesario obrar por amor al prójimo y no a la recompensa; para lo cual no basta decir seamos solidarios sino que es necesario cambiar la educación en escuelas y colegios, incentivando la lectura, al practicar la fraternidad, culturizarse y ubicarse en la realidad, y no creer todo lo que dicen.

Si a ello añadimos la dotación de un bono de dos mil bolivianos (2.000 Bs) para ayudar a los necesitados a fin de superar el problema del hambre, consecuencia de la pandemia y cuarentena; se podría captar el voto de un buen porcentaje de los electores, indecisos y opositores; y se derrotaría los afanes desestabilizadores.

Como se ve, es posible lograr ELECCIONES VICTORIOSAS, como en ninguna otra oportunidad, por el poder del voto; y hoy más que nunca es necesaria la unidad, pensando en Bolivia, de verdaderos políticos -no politiqueros y librepensadores-, que por lo menos hayan estudiado la política nacional e internacional, la geo-política, leído a Maquiavelo, Aristóteles, Max Weber, Spengler, Carl Schmitt, Platón, Aristóteles y otros, para comprender qué es la política, qué es el Derecho Político, qué es la Ciencia Política, qué es la Teoría Política, y en qué consiste el Arte de gobernar; de no ser así, otra realidad tendremos que vivir.