Caso respiradores
Brújula Digital
Primero fue el exdirector general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud, Fernando Valenzuela Billewicz (MAS), que se contactó con Gabriela Montaño (MAS), durante 16 minutos. Ahora se conoce que el denominado “testigo clave”, Luis Fernando Humérez, tuvo 141 contactos, 119 salientes y 22 entrantes con el expresidente Evo Morales, el exministro Carlos Romero, el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez y el exdiputado Edmundo Novillo, según reporte de El Deber.
Valenzuela y Humérez fueron enviados en mayo a la cárcel por su presunta participación en la compra de 170 respiradores supuestamente con sobreprecio a través de tres intermediarios, cuyos equipos no son utilizados, porque carecen de elementos, aunque fueron distribuidos por el Gobierno a las capitales de departamento.
Evo Morales, que renunció por fraude electoral y huyó primero a México y luego a Argentina, recibió 19 llamadas de Humérez, y lo llamó en 10 ocasiones. Andrónico recibió 50 llamadas; Edmundo Novillo, 36, pero cada uno de ellos llamó tres veces a Humérez. Carlos Romero recibió 14 llamadas y él llamo a Humérez.
Saúl Lara, exministro de Gobierno durante la gestión de Carlos Mesa, quien también forma parte de la agrupación Comunidad Ciudadana, recibió 52 llamadas de Humérez y él lo llamó en 27 ocasiones.
Hay más dirigentes del MAS en la lista que tiene el equipo de investigación del caso respiradores. Rímer Ágreda, presidente departamental de MAS-IPSP en Cochabamba, recibió 35 llamadas del "testigo clave" y él hizo siete, mientras que Orlando Zurita Rojas, otro alto dirigente del partido azul en Cochabamba, recibió 143 llamadas y él realizó una decena.
La fuente de la indagación, que pidió el anonimato, según reporte de El Deber, anunció que la investigación fiscal-policial, que por ahora se encuentra en reserva, convocará a las personas identificadas producto del desdoblamiento de llamadas telefónicas desde el celular de Humérez.
Los respiradores se cotizaron en Bolivia con el representante de los equipos GPA Innova en 12.500 dólares; pero se compraron en España en casi 28 mil con un crédito del BID, según la cotización No. 05/2020 del proponente, Grupo Cosin. Los equipos que llegaron a Bolivia fueron comprados por la Aisem (otra agencia del Ministerio de Salud), donde también participó otra intermediaria, IME Consulting.
Por la presunta compra irregular de respiradores, además del exministro de Salud, Marcelo Navajas, Valenzuela, el exjefe de la Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento Médico (AISEM), Geovanni Pacheco, fueron enviados a la cárcel en mayo. Las dos funcionarias técnicas, Ana Espinoza y Gabriela Pérez, contratadas con recursos e la financiadora Banco Interamericano de Desarrollo (BID), obtuvieron detención domiciliaria por seis meses sin derecho a salidas laborales, informó el fiscal Ruddy Terrazas, miembro de la comisión que investiga el caso.
HUMÉREZ PARTE LOS RESPIRADORES
El exministro Navajas, en su declaración informativa a la que tuvo acceso El Deber, reveló que las especificaciones técnicas para la adquisición de los 170 ventiladores pulmonares ya estaban en esa repartición estatal, y que le fueron entregadas por Valenzuela.
Valenzuela fue el funcionario que quedó en el cargo de Director Jurídico del Ministerio de Salud, desde la gestión de la exministra Gabriela Montaño (MAS). En la investigación también se determinó que tuvo contactos con ella por WhatsApp, mientras trabajaba para los exministros Aníbal Cruz y Navajas, y que incluso tuvo una conversación telefónica de 16 minutos con la ex autoridad que está refugiada en Buenos Aires.
Valenzuela fue identificado por Humérez, en su declaración informativa ante la justicia, como la persona que vinculó al Ministerio de Salud con él y otros dos intermediarios. Esos intermediarios, según su versión, fueron Wálter Zuleta (abogado de Gabriela Zapata) quien a su vez se vinculó con Iñaqui García, representante de la empresa GPA Innova, que terminó vendiendo los respiradores al Ministerio de Salud.
“Hace tres semanas aproximadamente, hacemos la llamada tripartita entre Iñaqui, Zuleta y mi persona; y una vez aceptada la propuesta con el Ministerio de Salud, hago la consulta a Iñaqui y a Wálter Zuleta, sobre el precio de los respiradores a lo cual el señor Iñaqui me responde que el precio propuesto en Bolivia es de $us 20.000 y, seguidamente, Zuleta e Iñaqui, al considerar que es una empresa privada y que puede disponer de sus utilidades de la forma en la que ella quiera, me proponen poner un precio final de los respiradores de $us 26.000, de los cuales nuestros honorarios como gestores iban a ser de $us 2.000 por respirador y para cada persona, lo que vendría restando al precio final por respirador de $us 6.000. O sea que cada persona tendría que ganar aproximadamente $us 340.000”, afirmó Humérez. Por esta declaración informativa, pasó de ser “testigo clave” a implicado en este caso.
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