Ante cierre de fronteras
El consulado de Bolivia en Chile logró en las últimas horas un acuerdo con el Estado y la Iglesia Católica de ese país para proveer de albergue y de atención médica y alimentación a 750 bolivianos que acampaban a la intemperie en un parque en Santiago y que desean volver al país. Como las fronteras están cerradas como una manera de contener el avance del coronavirus, esos compatriotas no pueden retornar.
Gonzalo Montenegro, cónsul de Bolivia en Santiago, dijo a Brújula Digital que logró un acuerdo con Enrique Beltrán, gobernador de la región metropolitana (Santiago) de ese país; el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, y representantes de la Iglesia para permitir que estos bolivianos no sigan pasando la noche de manera tan precaria frente a las oficinas del consulado.
Los 750 bolivianos se alojarán en cuatro escuelas, tres conseguidas por Beltrán y una cuarta concedida por el alcalde Lavín. Allí, según el acuerdo alcanzado, los bolivianos podrán hacer una cuarentena durante 14 días y luego someterse a una prueba de laboratorio que confirme que no están contagiados. Después de ello podrán volver a Bolivia.
Paralelamente, otros 240 bolivianos que estaban realizando otra cuarentena en un albergue del centro de Santiago, ya cumplieron con todos los requisitos para volver a Bolivia.
Sobre los 750 compatriotas que estaban alojando frente a la sede de consulado, Montenegro explicó que “hasta el sábado 30 de mayo teníamos 50 personas durmiendo en carpas o la intemperie frente al consulado, y entre ese día y el domingo llegaron otros 700 adicionales, generándose una crisis muy fuerte”.
El diplomático añadió que mientras el gobernador de Santiago y el Alcalde de Las Condes proveyeron los albergues, el Instituto Católico Chileno de Migración (Incami), que depende la Conferencia Episcopal de ese país, se encargará de la preparación de los alimentos y organización interna de los albergues.
El Ministerio de Salud del país vecino hará las pruebas de laboratorio para detectar quienes tienen Covid-19.
Montenegro dijo que él y su pequeño equipo de colaboradores están “trabajando 24 horas al día” para ayudar a los bolivianos varados en Chile, consiguiendo los acuerdos, ayudando con víveres y haciendo un trabajo burocrático muy pesado.
“Pero lo hacemos con agrado porque no podemos permitir que tantos compatriotas estén en situación de calle en Chile”, dijo. Actualmente hay también cientos de personas frente a los consulados de Colombia, Perú y Venezuela, que están en la misma situación, es decir intentando volver a sus países.
Muchos de quienes quieren volver son denominados “temporeros”, es decir trabajadores agrícolas que laburan solo en los meses de verano, desde diciembre hasta marzo o abril. Posteriormente, vuelven a Bolivia, pero el cierre de fronteras los dejó incomunicados en ese país. Además, la crisis económica ocasionada por la pandemia ha hecho que muchas empresas cierren, con lo que cientos de bolivianos perdieron sus empleos.
Montenegro ya logró en ocasiones anteriores conseguir albergues para esos bolivianos y prevé que situaciones así se volverán a repetir.
Paralelamente a ese problema, el jueves partió a Bolivia un contingente anterior que culminó su cuarentena en el albergue Esperanza del centro de Santiago. Todos cumplieron con los requisitos para volver a Bolivia, es decir haber cumplido la cuarentena y sometidos a los test para detectar si portan la enfermedad.
“Hemos tenido que elevar listas para que les permitan salir en la frontera, entregar salvoconductos a los que no tenían documentos, organizar el tema de los buses, en fin, un trabajo administrativo enorme para que estos compatriotas puedan salir de Chile”, dijo.
El viaje será en buses hasta Ollagüe, en la frontera con el puesto Abaroa, en territorio boliviano. (Brújula Digital)