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Rastreadores de contactos



ASÍ COMO UN TERCIO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL, EL PROFESOR KRISTIAN ANDERSEN ESTÁ VIVIENDO Y TRABAJANDO EN CUARENTENA.

Como parte del equipo de epidemiología de Daegu, el profesor Kim Jong-Yeon es responsable de los rastreadores de contactos de la ciudad.

Kim dice que solo si las personas son evasivas, utilizan métodos más rigurosos, como investigar sus transacciones con tarjetas de crédito y su historial telefónico o de ubicación. Personas como el paciente 31.

"Al principio, la paciente 31 no nos dijo que era de la Iglesia Shincheonji. Fuimos nosotros, los rastreadores de contacto, quienes más tarde descubrimos que era miembro", indicó Kim.

La Iglesia Shincheonji de Jesús tiene aproximadamente 300.000 miembros en todo el país.

Debido a la naturaleza secreta de la iglesia, Kim dijo que la parte más difícil de la investigación fue tratar de establecer quién había visitado también la iglesia durante esa semana.

"Finalmente obtuvimos una lista de los 9.000 miembros de la iglesia. Al principio, comenzamos a llamar y preguntarles si tenían algún síntoma. Alrededor de 1.200 personas dijeron que sí, pero otras se negaron a hacerse la prueba y a ponerse en cuarentena", contó.

Debido a que cientos de personas estaban reacias a revelar su asociación con la iglesia, el profesor dice que al gobierno no le quedó otra opción que emitir una orden ejecutiva para que todos los fieles se autoaislaran.

La rigurosa investigación de todos los casos nuevos, combinada con pruebas exhaustivas, frenó rápidamente la propagación del virus y, a principios de abril, la ciudad de Daegu reportó cero nuevos pacientes de covid-19.

Sin embargo, en otras partes del mundo, el virus continuó avanzando sin cesar. Para la comunidad científica, se volvió vital rastrear el virus en todos los continentes.

La respuesta a este problema radica en las pistas que quedan en el código genético del virus desde que comenzó a replicarse y propagarse.

 
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