“Afirmar que coronavirus es un invento pone en riesgo a pobladores”

“Ese virus no existe”, “es un invento”, “no hay tal virus en nuestras regiones”, “no va a afectarnos”, “somos inmunes”, son algunas de las frases que circularon a lo largo de la propagación de la pandemia de coronavirus (Covid-19) por la región de Sudamérica, y esta creencia es una de las causas para que se incumplan las medidas de bioseguridad de contención contra el virus.

Imágenes en Bolivia de pobladores en las regiones de Cochabamba, La Paz y El Alto mostraron una actitud de rechazo frente a las medidas de confinamiento que encaminaron los niveles de gobierno nacional, departamentales y municipales, con el argumento de que este virus no existe. Incluso aseguraron que “es un invento de la derecha”.

La situación se tornó más compleja en la urbe alteña, donde se registraron incidentes de vecinos que pese a las prohibiciones persisten con sus actividades, ferias y circulación peatonal. Las autoridades de esa ciudad fueron agredidas y amenazadas durante estas semanas. Y es que muchos aún no creen en la existencia del coronavirus, pese a las altas cifras que a diario incrementan.

“A esto se suma que en la ciudad de El Alto ha habido un gran nivel de desinformación e intención política. Durante estos 14 años la gente ha sido adoctrinada y el anterior gobierno ha entregado el poder a las dirigencias y juntas vecinales que usaron esto para manejar su propia verdad incuestionable”, manifestó a ANF el secretario de Atención Ciudadana y Gobernanza de la Alcaldía de El Alto, Henry Contreras.

La autoridad estableció que, en este caso, la primera línea de información para los vecinos es su presidente de zona o dirigente “y esto ha sido hábilmente utilizado como una estrategia de propaganda y adoctrinamiento, y cuando llega el coronavirus a objeto de seguir con su campaña y objetivos políticos lanzan que el Covid-19 es un invento, que no existe y que no se dará en El Alto”, agregó.

Pero esta incredulidad o arremetida contra las medidas de prevención no llegaron solo de vecinos de algunas regiones, sino de autoridades de representación nacional del Movimientos al Socialismo (MAS).

“(El Gobierno) puede hacer también eso, semejante mentiroso, hasta incluso Estados Unidos fabrica enfermedades. Hace un año han fabricado ántrax. Aquí están queriendo politizar nomás”, fue una de esas frases polémicas que vino desde la diputada del MAS, Juana Quispe.

El alcalde de Entre Ríos (Cochabamba), Aurelio Rojas, quien al momento se encuentra en estado de coma a causa del Covid-19, fue el que hace unas semanas se burló de esta enfermedad. Autoridades de gobierno cuestionaron este comportamiento afirmando que se trataba más de una intención más política que sectorial.

A ellos se sumó el entonces viceministro de Descolonización, Máximo Gallego, asegurando que “a los pueblos indígenas no llega mucho esas enfermedades (coronavirus), tenemos mates como el eucalipto y otros que consumimos. Y en lo personal, nunca he llegado al hospital”.

Pero esta incredulidad o subestimación de los riesgos del Covid-19 no se reduce a la idiosincrasia o a sectores sociales, dado que al inicio de la pandemia, en países como Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia, diferentes pueblos indígenas de forma voluntaria determinaron su autoaislamiento y resguardo ante este virus.

Además, indígenas y campesinos tomaron sus propias medidas de prevención cerrando sus ingresos y organizando el abastecimiento de alimentos. (ANF)