El informe emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones internacionales, sobre la situación de la prevención de la violencia contra los niños, exhorta a los gobiernos a tomar más medidas al respecto y se advierte de los “efectos devastadores” del Covid-19 En la actualidad promueven la necesidad de los Gobiernos del mundo a tomar decisiones para detener los índices de violencia contra este sector vulnerable. La mitad de los niños del mundo, es decir aproximadamente 1.000 millones de niños, se ven sujetos cada año a violencia física, sexual o psicológica, y sufren traumatismos, discapacidad y muerte, porque los países no han observado las estrategias establecidas para su protección.
Los datos alarmantes sobre los índices de violencia contra la niñez, se desprender del nuevo informe que publican la Organización Mundial de la Salud (OMS), el UNICEF, la UNESCO, la Oficina del Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas y la Alianza Mundial para Acabar con la Violencia contra los Niños.
“La violencia contra los niños nunca tiene justificación”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Contamos con herramientas de base científica para prevenirla, y exhortamos a todos los países a aplicarlas. Proteger la salud y el bienestar de los niños es crucial para proteger nuestra salud y bienestar colectivos, ahora y para el futuro”.
El Informe sobre la situación mundial de la prevención de la violencia contra los niños 2020 es el primero de su especie, al trazar los progresos de 155 países en la aplicación del marco “INSPIRE”, un conjunto de siete estrategias para prevenir y abordar la violencia contra los niños.
En el informe se revela claramente la necesidad de que todos los países hagan más esfuerzos por aplicar las estrategias. Si bien casi todos los países (88%) cuentan con legislación para proteger a los niños contra la violencia, menos de la mitad (47%) indicaron que se aplicara contundentemente.