Oposición de Parlamento masista a que el gobierno se endeude

Ciertamente es para no creer la supuesta honradez de los parlamentarios masistas, ahora que nuestro país enfrenta la pandemia del Covid-19, desatada en la China Comunista y que como reguero de pólvora se expandió por todos los países del mundo, cobrando hasta hace unos días cerca de 400.000 vidas inocentes, entre las que se encuentran también inocentes vidas bolivianas. Y es que, lamentablemente, el Sistema de Salud, que presta atención a cerca de 10 millones de habitantes, apenas si cuenta con hospitales públicos, muchos de ellos construidos en los inicios de nuestra fundación como república. Es decir, entre los años 1829 al 1839, bajo la presidencia de Andrés Santa Cruz y Calahumana. Con el pasar de los años y el aumento poblacional, los hospitales públicos son recintos estrechos e incómodos, así como inservibles los aparatos e instrumental médico, y lo único que se ha ido renovando son los servicios profesionales de médicos, enfermeras y personal administrativo.

Por supuesta honradez, los parlamentarios masistas ante el angustioso pedido de la presidente Jeanine Áñez Chávez para obtener préstamos económicos de organizaciones internacionales, por 327 millones de dólares para hacer frente a la pandemia del coronavirus, de manera incomprensible e inhumana, entiéndase bien, rechazaron de inicio esa solicitud, cuestionando sobre qué van hacer con esos millonarios préstamos, y que además será difícil poder pagarlos en cinco años de plazo, y que Bolivia “no puede endeudarse así nomás con cualquier pretexto”.

Sabiendo muy bien que con esos préstamos ya concedidos se podría cubrir los millonarios costos que demanden la compra de equipos de alta tecnología e insumos médicos, así como de los medicamentos para poder salvar inocentes vidas bolivianas.

Los supuestos honorables parlamentarios masistas lo que hacen con dicho rechazo es obedecer las instrucciones del genocida cocalero, prófugo y refugiado en la República Argentina, que a toda costa quiere desestabilizar política y demagógicamente a nuestro país, e insiste en que 11 millones de bolivianos mueran a como dé lugar, por sólo haberse opuesto a su ilegal y fraudulenta cuarta reelección presidencial.

Supuestos honorables parlamentarios masistas que guardaron silencio estúpido cuando el ahora prófugo ex presidente cocalero Evo Morales Ayma despilfarró, malgastó o pónganle el nombre que ustedes quieran, 320 mil millones de dólares estadounidenses, que entraron a las arcas de nuestro país en la última década, producto de las altas cotizaciones internacionales de nuestras riquezas no renovables, minerales y gasíferas. Y para el colmo, todavía han tenido el cinismo de hipotecar nuestro territorio patrio ante el Imperio Chino, con una deuda de 7 mil millones de dólares que es totalmente impagable, y por lo tanto, el momento en que les dé la gana los chinos simplemente tomarán posesión de nuestro país. ¿Qué lástima, verdad?