El Nápoles, tras haber levantado la Copa italiana, siguió en racha batiendo a domicilio al Verona y mantuvo vivas las esperanzas de volver a pelear por los puestos de Champions. Gattuso salió de inicio renunciando a Mario Rui, Fabián, Callejón (cuyo contrato caduca el 30 de junio y todavía no hay acuerdo para renovar) y Mertens, pero su once siguió mostrando muy buena organización ante un rival complicado, que en su estadio batió también a la Juve y que solo tenía un punto menos en la clasificación.
Los azzurri le concedieron un par de ocasiones al aguerrido conjunto de Juric (la mejor fue para Verre, que desvió fuera con el pecho un disparo de Zaccagni ante la puerta vacía), pero se hicieron desde el principio con el control del juego. Zielinski rozó el 0-1 con un disparo desde fuera del área, aunque el abrelatas fue Milik con un testarazo tras un córner de Politano.
El polaco sumó su diana número 13 en 25 partidos y es otro que no encuentra un acuerdo con el club para renovar el contrato que, en su caso, caduca en 2021. Allan desperdició el tanto de la sentencia en el 46', y así los locales con el paso del tiempo lograron hacer sufrir a los partenopei. Faraoni consiguió el empate con un testarazo, pero Zaccagni, antes de centrar, golpeó el balón con el brazo y el colegiado Pasqua, tras haber consultado las imágenes del VAR, decidió anular el gol. Gattuso le dio espacio, en los últimos 10 minutos, a Ghoulam y Lozano, que no jugaban desde octubre y febrero. Fueron los hombres del 0-2: el argelino lanzó un córner y el mexicano, que el técnico hace una semana echó de un entrenamiento por falta de intensidad, firmó con un cabezazo su cuarta diana italiana. El trabajo de 'Ringhio' continúa dando buenos frutos.