Almirante (sp) Jorge Botello Monje
El uso de la violencia, desde la “simple” agresión física, la persecución judicial arbitraria, hasta el asesinato, es una forma de ejercer el poder de regímenes políticos extremistas, fascistas o populistas. Su empleo no es accidental, su temor a las ideas contrarias los lleva a aterrorizar a sectores sociales de pensamiento diferente, y evitan, a través de la “disciplina partidaria”, que sus seguidores sean “libre pensadores”. No vacilan en asesinar a los que no se rinden ante su terrorismo.
Destruir de alguna manera a quienes les estorban ha sido la tónica de gobiernos totalitarios, desde los asesinatos durante la Revolución Rusa, las purgas estalinistas, las muertes de judíos en la Alemania nazi, los gulags, las ejecuciones en la Cuba castrista, el genocidio de los Khmer Rouge, las desapariciones en Corea del Norte y China, más cerca en Venezuela y Nicaragua, por enumerar algunos casos.
Fieles a esas formas y aprovechando la pandemia, los que detentaban el poder abusivo, incluyendo el servicio de “amarra guatos”, aplican cruelmente su táctica buitre: promueven que sus partidarios y simpatizantes incumplan las medidas destinadas a minimizar el riesgo de contagio del Covid 19; para generar problemas al gobierno con más enfermos y no importa muertos, la cuestión es debilitarlo y sembrar la desconfianza entre la ciudadanía.
Los autoritarios se benefician con opositores muertos que dejan de ser un problema y sirven para aterrorizar a los vivos quienes, ante la amenaza, miden sus ataques; si los muertos pertenecen a las propias filas, son usados para denunciar “la brutalidad” de sus oponentes, pues son: “víctimas de la represión contra el pueblo”.
En estos días, esta actitud violenta fue favorecida por la demora en la convocatoria a elecciones, entendible por el virus que azota al país y al mundo, pero caldo de cultivo para aumentar la convulsión, por ello, pese al riesgo implícito, urge llevar adelante los comicios, tomando estrictas medidas de seguridad e innovando en su realización.
Por ejemplo, aumentando el número de mesas y recintos electorales, para disminuir la concentración de gente. También se podría tratar el tema como un proceso en dos etapas sucesivas con votación en dos días, de acuerdo con la terminación del número de carnet de identidad. Esto último pone en riesgo la transparencia del proceso, pero es posible aplicar medidas de resguardo de ánforas con los votos del primer día o duplicar la cantidad de ánforas, unas para los votantes del primer día y otras para los del segundo, u otra forma que permita una mayor distancia física entre ciudadanos en los puntos de votación.
Vemos que los políticos solo velan por sus intereses, hasta el TSE ha demostrado su total falta de compromiso, así se está tensionando el sistema democrático y es de la máxima importancia ciudadana su preservación, para cuidar la vida y la libertad, en consecuencia debemos poner en juego todo el esfuerzo posible.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |