Urbe paceña
El miedo a eventuales contagios de coronavirus y los controles anunciados por autoridades, la noche de este martes, miles de familias paceñas se mantuvieron dentro de sus hogares, aunque no faltaron algunos infractores de las normas lanzadas, especialmente contra el Covid-19.
La tradición afirma que el 23 de junio es la noche más fría del año, pero a veces no es así ya que la costumbre se arraigó con la quema de objetos inservibles, muebles viejos y otros enseres de casa.
Hasta hace unos años atrás, esta costumbre era imborrable, pero las prohibiciones de encender fogatas con el objetivo de cuidar el medioambiente tuvieron resultados alentadores con el pasar del tiempo, ya que en las recientes gestiones se comprobó la disminución de la contaminación ambiental, en esta fecha, en las principales ciudades.
Para reemplazar las viejas costumbres, la ciudadanía adoptó el consumo de ciertos comestibles durante esa noche, fomentó la reunión de amigos y familias a fin de no contaminar el ambiente, más aún ahora que está latente el peligro de contagio con Covid-19 sobre todo en las reuniones masivas de personas.
Las autoridades municipales lanzan prohibiciones a la venta de leña y fuegos artificiales, además de controles a los comestibles que se expenden para la ocasión.
En pasados días, los funcionarios de la Intendencia Municipal decomisaron 162 kilos de salchichas y 300 bolsas de pan, en diferentes zonas de la ciudad. La Alcaldía paceña hace el control de los alimentos y productos que se consumen por San Juan.
La mayor cantidad de decomisos fue en Max Paredes, Cotahuma y en menor proporción en los macrodistritos Sur, San Antonio y Periférica, informó la intendenta municipal, Velma Vargas.
“Las salchichas se han decomisado porque si bien corresponden a marcas autorizadas, estaban con fechas vencidas. La otra cantidad corresponde a productos no autorizados, que no cuentan con ningún tipo de registro sanitario. Y en el último de los casos, se tratan de salchichas que tienen registro sanitario y fecha de vigencia actual, pero que eran mal manipuladas y las comercializaban a la altura del piso, prácticamente”, dijo la autoridad municipal.
En el caso de los panes, se encontraron productos artesanales y sin registro sanitario, en otros casos con fecha vencida de consumo y en mal estado.
Los operativos fueron más rígidos el martes por la noche, no solo a la venta de salchichas y pan, sino también de leña y otros materiales inflamables.