Cochabamba
Cochabamba.- La noche del sábado terminó con una cifra que alarmó a toda Cochabamba. Se reportaron 13 personas fallecidas en vías públicas y domicilios, pero también se tuvo alrededor de 26 personas que perdieron la vida en hospitales, según datos del Servicio Departamental de Salud (Sedes) y la Alcaldía de Cochabamba.
No se puede asegurar que todos los fallecidos tuvieran coronavirus, pero esta situación llevó a un colapso de las morgues. El municipio se vio obligado de cavar la segunda fosa en el Cementerio General.
El sábado sólo había una fosa cavada y llena con unos 98 cuerpos de personas no identificadas. Se depositaron en este lugar para que la morgue tuviera espacio para albergar a los fallecidos por Covid-19, explicó el subalcalde de la comuna Adela Zamudio, Andrés Palacios.
Se levantaron los estudios topográficos para unas dos fosas más que se esperaba estén listas en las siguientes dos semanas. Sin embargo, esta labor tuvo que anticiparse.
Los trabajadores del cementerio despertaron con la noticia de que debía cavarse la fosa de manera urgente, pues ayer mismo debía comenzar el depósito de otros cuerpos y así ocurrió.
Una pala mecánica cavó unos cuatro metros de profundidad en 18 metros de largo y dos de ancho. Para el mediodía, la fosa estaba lista y llegó el Instituto de Investigación Forense (IDIF) con el primer cuerpo para ser depositado.
Sin una ceremonia religiosa, una banda de despedida o si quiera sus familiares alrededor, el cuerpo sellado en una bolsa negra fue depositado dentro de la fosa.
Luego, los trabajadores lo cubrieron con dos talegos de cal y la pala puso tierra encima. Según Palacios, esto iba a ocurrir a lo largo de todo el día.
Mientras, a unos metros de la fosa, el crematorio estaba funcionando. Una persona fallecida por coronavirus estaba en proceso de cremación. El horno está ocupado hasta el miércoles, explicaron los trabajadores del cementerio.
Según el responsable de Vigilancia Epidemiológica del Sedes, Rubén Castillo, Cochabamba se encuentra en una fase en la que todos los fallecidos deben ser considerados como casos sospechosos de coronavirus. Esto con el objetivo de que su manejo sea de máximo cuidado, pues los cadáveres son altamente contagiosos.
La situación se vuelve más crítica cuando la persona fallece en el domicilio. “En este caso, todos se consideran positivos para Covid-19 hasta que las pruebas demuestren lo contrario”, agregó Castillo.
Es muy difícil hablar con los familiares de estos fallecidos, pues los cuerpos suelen llegar sin seres queridos que les acompañen. Algunas personas que pasaron la enfermedad aseguran que se trata de un virus que te deja en la soledad, aislado y en muchos casos con depresión.
Cochabamba enfrenta el colapso de todo su sistema sanitario. Desde la toma de pruebas, el análisis de las mismas, la atención en los hospitales, las unidades de terapia intensiva, las morgues y demás sobrepasaron su capacidad.
Mucha gente denuncia con frustración y temor que no encuentran atención en los hospitales o la demora de hasta 15 días por sus resultados. Las autoridades piden que cada persona se cuide hasta que vuelva la cuarentena rígida recién el 29 de junio. (Los Tiempos digital)