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Representante en Bolivia Thierry Rostan

UNODC teme “sobreoferta” de droga tras la cuarentena



Por Juan José Cusicanqui

La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés), teme que tras levantarse la cuarentena por el coronavirus (Covid.19) se produzca una “sobreoferta” de drogas, ya que sospecha que durante la época de las restricciones hubo un almacenamiento de cocaína, mercadería ilícita que será puesta en el mercado ilegal.

El representante de la UNODC en Bolivia, Thierry Rostan, en declaraciones a Brújula Digital, indicó que la cuarentena vigente en el país por el Covid-19, desde la segunda quincena de marzo de este año, tuvo efectos en el narcotráfico tanto en la producción, por la escasez de precursores; la comercialización y el precio. También señaló que la producción de coca no sufrió ninguna incidencia por las restricciones porque la ´producción y cosecha de la hoja se realiza durante todo el año.

“Es probable que debido al confinamiento y como reacción a la reducción de las oportunidades de los traficantes de drogas para distribuirlas, la droga se esté almacenando en diversos eslabones de las cadenas de suministro. La variación en los precios reportada por los países puede ser un indicador de este hecho. El aumento en el almacenamiento de drogas puede dar lugar a un exceso de oferta de estas sustancias, una vez que se levanten las restricciones. Esta sobreoferta podría dar lugar a un incremento en la disponibilidad de drogas, lo que, a su vez, podría intensificar el riesgo de un aumento en los casos de sobredosis de drogas”, advirtió Rostan.

El Delegado de la UNODC en Bolivia hizo notar que, dentro de la cadena de producción, el narcotráfico fue afectado por una falta de precursores y sustancias químicas que son empleadas para la producción y cristalización de cocaína.

Agregó que, al margen de esta situación, los narcotraficantes tuvieron que enfrentar limitaciones en el tránsito y la disminución en el comercio internacional. Las restricciones vigentes en el país por la cuarentena hicieron que se suspendiera, en primera instancia, el tránsito terrestre dentro de las ciudades, además de los viajes interdepartamentales e internacionales. También se ordenó el cierre de la frontera para el flujo de personas y mercadería. Los vuelos comerciales fueron inhabilitados.

Si bien hubo restricciones al tránsito por tierra y a los vuelos legales, según Rostan “se observan casos llamativos que van desde el hallazgo de 173 kilos de clorhidrato de cocaína camuflados entre alimentos, 427 kilos de clorhidrato hallados en una avioneta con destino a Brasil y, por otro lado, en el puerto de Ilhéus al noreste de Brasil, se ha reportado la incautación de más de 2 toneladas de cocaína con logotipos que sugieren un posible origen boliviano.

Existen importantes indicios sobre la existencia de un tráfico aéreo de cocaína entre Perú, Bolivia y Brasil”.Una vez flexibilizadas las medidas de confinamiento desde principios de junio, la UNODC en Bolivia ha identificado el retorno gradual del tráfico habitual de drogas, con incautaciones en carreteras, especialmente en las zonas occidental y central de Bolivia, entre zonas limítrofes con Perú y Chile y es la zona de producción de cocaína, respectivamente.

Respecto al precio de la droga en Bolivia, se ve que ésta también fue afectada. Por ejemplo, según informó la semana pasada el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico

(FELCN) de Chuquisaca, coronel Carlos Santander, no ha sido fácil para los narcotraficantes comercializar el producto ilegal durante este tiempo. Como muestra, dijo a la red Erbol, 10 gramos de marihuana que se los encontraba entre los 50 y 70 bolivianos, ahora llegaron a costar 100 bolivianos.

COCALES Y DRONES

Otra de las tareas de la UNODC en Bolivia es el monitoreo del cultivo de coca. Al respecto, Rostan informó que este trabajo se viene desarrollando desde el año pasado. Señaló que las restricciones de la cuarentena por el coronavirus afectaron a las visitas de campo planificadas para los primeros meses de 2020 y la manera habitual de realizar el trabajo técnico de interpretación de imágenes satelitales y elaboración del Informe anual de monitoreo. El equipo técnico de esta oficina, agregó, tuvo que adaptarse a la nueva realidad de trabajo a distancia, coordinación virtual y acceso remoto a la información. Los resultados fueron positivos.

Un hecho de que destaca de Rostan es el uso, por primera vez, de aeronaves no tripuladas (drones) para la toma de fotografías de cultivos de coca, con el objetivo de medirlos. También informó que se implementó el uso de aplicaciones Android para el registro de información en campo.

El informe sobre monitoreo de sembradíos de coca es presentado por la UNODC cada año entre julio y agosto, pues allí se conoce si la extensión de cocales creció y se redujo en relación al año anterior.

Desde 2017, en Bolivia está permitido el cultivo de 22.000 hectáreas de la hoja.

En 2019, en el último reporte de la UNODC, se estableció que en Bolivia disminuyó en 6% los cultivos de coca, ya que la superficie cultivada se redujo en 1.400 hectáreas (ha) de cocales, de 24.500 ha en 2017 a 23.100 ha en 2018. (Brújula Digital)

 
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