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Salud
María de los Ángeles Reyes
El embarazo es una etapa feliz para la mujer y su pareja, por ello es frecuente que consulten con un especialista acerca de los cuidados necesarios durante la espera del bebé, en particular cuando tienen a un gato como mascota en casa, pues es conocido por muchos que sus heces suelen transmitir la enfermedad de la toxoplasmosis a la gestante y a su bebé.
Para despejar todas las dudas al respecto, conversamos con la ginecóloga Esther Lecoña, quien nos explica acerca de sus causas, los riesgos y los tratamientos que existen sobre esta enfermedad. Además, de la importancia que tiene el realizar un control prenatal minucioso que incluya una prueba para descartar su presencia.
“La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii. Puede provocar infecciones leves y asintomáticas, así como otras mortales que afectan mayormente al bebé durante el embarazo. Los gatos son los huéspedes habituales de estos parásitos”, explica la ginecóloga.
Diagnóstico
En muchas ocasiones debido a que no hay un síntoma específico, puede confundirse con otras enfermedades, por ello será necesario realizar para su diagnóstico pruebas de laboratorio para tener la certeza de que la madre tiene o no toxoplasmosis y tomar en cuenta en qué etapa de gestación se encuentra en ese momento.
“El primer contacto que tenga la gestante con su médico es importante para la detección de esta enfermedad, pues en el servicio público por lo general se solicita 5 análisis de rutina: hemograma, grupo sanguíneo, orina, glicemia y rubeola, pero no el de toxoplasmosis, que es más específico”, asegura Lecoña.
Según la especialista, los exámenes que se realizan para la detección de esta enfermedad son de dos tipos: inmonoglobulina (anticuerpo) “G” e inmonoglubulina “M”. Si el resultado obtenido muestra mayor cantidad de la G es que tuvo esta enfermedad hace tiempo, pero si sale M, la cursa en la actualidad.
“Si el contagio se produce durante el primer trimestre de gestación es más peligroso porque es cuando el bebé va desarrollando todos sus órganos y al infectarse, a través de la placenta, ésta puede causar hidrocefalia (líquido en el cerebro), calcificaciones cerebrales (tumores pequeños) y problemas visuales graves”, acota la ginecóloga.
Ahora en el caso de producirse el contagio en el segundo trimestre del embarazo, de acuerdo con la especialista, ya no existe el peligro de las malformaciones en el cerebro del bebé, pero se presenta otra dificultad, puede causar abortos espontáneos en dicha etapa.
“Si se adquiere esta enfermedad en el último trimestre del embarazo, el bebé ya está formado, pero no se debe descartar que existan algunos problemas visuales, por ello es necesario realizar las consultas prenatales con el especialista para cuidar que todo marche bien en la gestación”, afirma Lecoña.
Tratamiento
Una vez que se confirma mediante laboratorio la existencia de la toxoplasmosis en la madre, de inmediato se debe comenzar con el tratamiento con espiramicina bajo la supervisión del especialista y, posteriormente, se realiza otro análisis para ver que se haya eliminado del todo.
“Lamentablemente, este medicamento no se consigue en Bolivia y debe ser adquirido de países como Brasil y Chile, lo que hace que el tratamiento pueda demorar una vez que se haya confirmado el diagnóstico. Por ello es muy importante prevenir esta enfermedad, en particular en la mujer embarazada”, finaliza Lecoña.
Recomendaciones
Algunas recomendaciones que pueden contribuir con la prevención de esta enfermedad:
1.- Usar guantes en el jardín o cuando se toca tierra.
2.- Pedir a otra persona que limpie la caja sanitaria del gato.
3.- Tapar los areneros para proteger a los niños.
4.- Pedir la prueba de la toxoplasmosis antes del embarazo.
