- Siguenos:
> En Bolivia, el confinamiento provocó pérdida de ingresos así como de empleos y el porcentaje de la economía informal se acerca al 70 %. Los jóvenes están en riesgo de perder empleos por el teletrabajo
El confinamiento por el Covid-19 provocó la reducción de ingresos en el sector informal que vive, en muchos casos, de la venta del día, y se estima que a nivel mundial 1.600 millones de personas sentirán los efectos, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Mundial.
En el primer mes de confinamiento se estima una pérdida de ingresos del 60 % a nivel mundial, pero en África y Latino América la pérdida es mayor, que alcanza a 81%, y en los países de bajos ingresos los ingresos cayeron 82 %, en las naciones medios altos 18 % y en los de ingresos altos 76 %.
De acuerdo con estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las horas de trabajo a nivel mundial se redujeron un 4,5 % en el primer trimestre de 2020, en comparación con el último trimestre de 2019.
En todo el mundo, se calcula que las tres cuartas partes de los trabajadores informales se han visto afectados gravemente por los confinamientos o están trabajando en los sectores donde el impacto ha sido mayor, según Indhira Santosmichael Weber en su artículo Apoyar la transición de los trabajadores a una nueva normalidad en el contexto de la Covid-19 (coronavirus), publicado en el blog del Banco Mundial.
La flexibilización del confinamiento y otras medidas de la crisis no constituye un regreso a las actividades usuales, sino una transición a una “nueva normalidad”.
Los gobiernos deben seguir implementando medidas sólidas para respaldar a los trabajadores. Tres pilares pueden contribuir a crear las condiciones necesarias para la recuperación del mercado laboral.
La primera medida en implementar tiene que ver con la elaboración de una estrategia para salir de las medidas de emergencias vigentes, establecer el momento oportuno para brindar apoyo adaptado a las necesidades de los trabajadores y estimular la demanda laboral en general y los medios de subsistencia.
El Gobierno de Bolivia implementó medidas fiscales, como diferimiento del pago de créditos e impuestos, también bonos sociales así como el pago de servicios, en algunos del 100 % y en otros solo 5 %. También implementó fondos para facilitar créditos a los microempresarios así como para las medianas y pequeñas empresas, y también lanzó, recientemente, el Programa de Reactivación de Empleo, que espera la reglamentación para su ejecución.
Más pérdidas
Mientras tanto, un artículo publicado por Mariya Brussevich, Era Dabla-Norris y Salma Khalid titulado: El trabajo a distancia no es una opción para los pobres, los jóvenes y las mujeres, en el blog del Fondo Monetario Internacional, muestra la difícil situación del mercado laboral en una coyuntura que se implementa el teletrabajo.
La pandemia de Covid-19 está devastando los mercados laborales de todo el mundo. Decenas de miles de trabajadores han perdido sus empleos, millones de personas se han quedado fuera de la fuerza laboral y muchas ocupaciones enfrentan un futuro incierto.
Las medidas de distanciamiento social ponen en peligro los empleos que exigen presencia física en el lugar de trabajo o interacciones personales. Quienes no pueden trabajar a distancia, a menos que se consideren esenciales, se enfrentan a un riego significativamente más alto de sufrir reducciones en las horas trabajadas o en las remuneraciones, suspensiones temporales de personal o despidos permanentes.
¿Qué tipos de empleos y trabajadores presentan un mayor riesgo? No sorprende que los costos hayan recaído fundamentalmente sobre quienes tienen menos capacidad para soportarlos: los pobres y los jóvenes en los empleos menos remunerados.
En un nuevo trabajo, hemos investigado la viabilidad de trabajar desde casa en una amplia muestra de economías avanzadas y de mercados emergentes. Estimamos que cerca de 100 millones de trabajadores de 35 países avanzados y emergentes (de los 189 países miembros del FMI) podrían presentar un riesgo alto debido a que no pueden realizar sus trabajos a distancia. Esto equivale, en promedio, al 15 % de su fuerza laboral. Aunque existen importantes diferencias entre países y trabajadores, señalan los autores.
Mientras tanto, la OIT hace un llamado urgente y significativo a los gobiernos para que presenten políticas para proteger a los trabajadores y a las empresas, especialmente aquellos que operan en el sector informal economía.
