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No existe control de autoridades
Desde hace varios días, en la población alteña, el servicio de transporte público de minibuses, ha proliferado sin respetar salidas por numeración de placas, provocando congestionamientos de riesgo para la salud y el cobro excesivo de tarifas en diferentes zonas.
La ciudadanía molesta y sin tener una instancia de las autoridades como la Policía y el municipio, desde hace días atrás comenzó a soportar los abusos en el cobro excesivo de pasajes y el incumplimiento en las salidas de acuerdo con la numeración de sus placas, actitud que ha generado que el parque automotor en esta urbe se convierta en un foco de infección del coronavirus a causa de las congestiones que provocan.
Estos abusos por parte de los operadores del transporte público de minibuses son soportados todos los días en aquellas zonas donde fueron calificados como conflictivos, por las mismas autoridades del municipio y la policía mediante el Organismo Operativo de Tránsito (OOT), donde ya no existen personal de ambas instancias, tal como fue el compromiso para evitar este tipo de arbitrariedades que cometen los choferes de minibuses.
Las aglomeraciones que provocan para que el pasajero aborde no son controlados, además muchos de los choferes permiten un número excesivo de pasajeros de los permitido, sin que ninguna autoridad pueda controlar estos excesos.
En muchos de los casos ya no existen las filas que en principio se intentó implementar, pero bajo control de la Guardia Municipal de Transporte, tal como fue el compromiso, personal que desde hace mucho tiempo atrás desapareció.
Los puntos de control como San Roque, Ex Tranca de Rio Seco, Ballivian, Los Andes, Alfonso Ugarte y el propio puente distribuidor de la Ceja ya no tiene la presencia de este personal.
Otro de los problemas que ya se ha convertido en la preocupación diaria de los habitantes alteños, es el continuo abuso en el cobro excesivo de la tarifa por parte de los choferes de los minibuses del servicio público.
En casos como la Ex Tranca de San Roque hasta la Ceja, de forma arbitraria ya fue implementada Bs 2,50, mientras que de la Ceja hacia la carretera a Laja y viceversa, también comenzaron a cobrar Bs 2.
Como si fuera poco en el intento de hacer cumplir las disposiciones muchos de los pasajeros, tratan de hacer cumplir las normas, pero como respuesta solo reciben insultos, hasta intentos de agresiones físicas en muchos de los casos.
En esta actitud, los malos choferes aducen que el costo de operaciones que tienen no cubre el poco pasajero que llevan de acuerdo con las normas y que de forma obligada deben cargar más de lo debido.
De esta manera, todos los días el habitante alteño debe soportar el maltrato, abuso y hasta en algunos casos la agresión física de algunos malos choferes de este tipo de servicio de la urbe alteña, sin que a la fecha ninguna de las autoridades como el municipio o el OOT pueda hacer algo para sancionar estos abusos.
