Alto al terrorismo masista comandado por Evo Morales

El ciudadano común se permite recordar que nuestra Constitución Política del Estado claramente dice: Artículo 251. I. “La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano.

Ejercerá la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando único, en conformidad con la ley Orgánica de la Policía Boliviana y las demás leyes del Estado”.

Y los bolivianos, en momentos tan peligrosos por la pandemia del Covid-19, pese a las deficiencias del sistema hospitalario público, heredado del gobierno anterior, aún tenemos la esperanza de que en algún momento estos escollos podrán ser superados, haciendo frente al “terrorismo genocida dentro de nuestro país”, comandado por los genocidas Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera, quienes a pesar de su condición de refugiados en la República Argentina se han dado a la tarea de complotar contra la estabilidad del Poder Ejecutivo de Bolivia, presidido por la Dra. Jeanine Áñez Chávez, y además contra la vida de más de 11 millones de compatriotas bolivianos, niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad.

Y esos 11 millones de habitantes exigimos a la Policía Boliviana proceder enérgicamente a la desarticulación e inmediata aprehensión de todos los “terroristas”, cabecillas, cómplices y encubridores, para que sean públicamente enjuiciados como “Traidores a la Patria” y por “atentar contra la salud pública” y por lo tanto ser “prontuariados”, así como registrada su participación en todo acto de: 1) convulsión política con la explosión de dinamita, 2) manifestaciones públicas que terminen en asaltos a negocios comerciales así como la destrucción de motorizados policiales y/o particulares, 3) bloqueo de calles, avenidas, ciudades y caminos carreteros que conectan a los nueve departamento de nuestro país, 4) en actos dinamiteros que provoquen las voladuras de torres de energía eléctrica, radioemisoras y/o canales de televisión, 5) asalto y destrucción de comisarías policiales, guarniciones militares, e instituciones públicas y propiedades privadas. Además de la identificación de todos los responsables de la agresión a personas que resultaren heridas o fallecidas.

Prontuarios de todos los terroristas y genocidas que deberán ser proporcionados por la Policía Boliviana a la Justicia Boliviana para que permitan la fácil identificación de todos los autores de tales delitos, y que una vez reconocidos por las víctimas o testigos oculares de inmediato se proceda a su aprehensión.

Y advertencia a quienes, ya sea por curiosidad o por simplemente aventura, participen en cualquier acto terrorista, y cuyas imágenes registradas en cualquier medio de comunicación sean debidamente recolectadas, así como las proporcionadas por particulares a la Policía Boliviana, que servirán de prueba de su participación para su respectivo enjuiciamiento legal. Había que advertirles, ¿verdad?